La comisión de licencias de la Gerencia de Urbanismo dará el miércoles el visto bueno al permiso de actividad y obra para convertir el convento de Santa Isabel, ubicado en el barrio de Santa Marina, en un hotel de cuatro estrellas que promoverá la misma empresa que ha reformado la Casa de Colomera, situada en la plaza de Las Tendillas, para transformarla en otro establecimiento hotelero de la misma categoría, que lleva abierto desde junio.

El hotel tendrá capacidad para 68 habitaciones, en vez de las 70 inicialmente previstas, y contará con cafetería/restaurante con cocina y sin música. De esas 68 habitaciones, tres serán junior suites. El aforo previsto será de 132 plazas de alojamiento y 230 personas en las zonas de utilización colectiva, como la cafetería, los salones y el comedor de la planta baja. El nuevo establecimiento hotelero tendrá 977 metros cuadrados de patios y más de 400 metros cuadrados de salones. La inversión total, entre la compra y la rehabilitación del edificio, supera los 11 millones de euros.

La empresa Altimun es la encargada del proyecto, cuyo redactor es el arquitecto Francisco Paniagua. El proyecto de ejecución integra un apartado específico para la restauración de todos los elementos singulares y un estudio de jardinería y paisajismo de los patios del antiguo convento.

Los promotores del proyecto, cuando pidieron la licencia, presupuestaron la reforma en casi 5 millones y preveían un plazo de ejecución máximo de diecisiete meses a partir del inicio de las obras, que podrían empezar en cualquier momento. H 10 Hotels es la empresa que se encargará de gestionar este nuevo establecimiento hotelero junto con el de la Casa Colomera.

Además de la rehabilitación completa del edificio, el proyecto preveía la demolición de algunos elementos por ser añadidos que desvirtúan la composición original del mismo, entre ellos, la portada neobarroca que se encuentra en la fachada de la calle Santa Isabel, que es de piedra artificial y tiene su origen a mitad del siglo XX. Además, el proyecto contemplaba demoler una pequeña parte del obrador, una escalera ubicada en una galería del patio de la iglesia, y un forjado que cubre el patio situado entre el presbiterio de la iglesia y la fachada que da a la plaza de Santa Marina.

Este paso permitirá el inicio de las obras, para las que la empresa lleva esperando desde marzo del año 2017, que fue el momento en el que solicitó el permiso para reformar el edificio, que fue declarado por la Junta Bien de Interés Cultural. El convento fue vendido por las monjas clarisas por 4,5 millones de euros a la empresa Arete 2016 en diciembre del 2016. La venta coincidió prácticamente en el tiempo con la demanda que interpuso el marqués de Villaseca, descendiente de la fundadora del convento, Marina de Villaseca, por no respetar los fines para los que fue cedido. La demanda fue desestimada y la sentencia, recurrida.

1.300 plazas de hotel más con once proyectos

Córdoba contará con 1.300 plazas hoteleras más que se sumarán a las más de 7.000 existentes en la capital si se hacen realidad los hoteles de 4 y 5 estrellas previstos, entre las 132 que tendrá el del convento de Santa Isabel y las de otros diez más. Los dos últimos que se han conocido son el de las calles San Pablo y Cabezas. A la espera de permiso de obra siguen los del palacete de El Brillante, avenida de América, Noreña y bulevar de Hernán Ruiz. En trámites urbanísticos están los del aparcamiento de Bodegas Campos y de la Cuesta del Bailío. A la espera del inicio de obras sigue el hotel de cinco estrellas de la calleja de las Flores. Hay que recordar también que el permiso para el cinco estrellas de Mercer en el Palacete de los Burgos fue denegado, por lo que el proyecto está ahora mismo en stand by.

Licencias para viviendas en Turruñuelos

En el orden del día de la comisión municipal del miércoles no figura el permiso de obra para la segunda fase de la reforma del Palacio de Congresos de la calle Torrijos, que, según anunció el presidente de Urbanismo, Salvador Fuentes, en unas jornadas celebradas en el edificio la semana pasada, podría concederse esta. No obstante, el permiso aún puede llegar por vía de urgencia o mediante resolución.

En el orden del día sí va la autorización para la construcción de cuatro bloques plurifamiliares destinados a 68 viviendas, con sótano, 84 plazas de garaje, 68 trasteros y piscina, en las calles Francisco García Trenas, avenida Donantes de Órganos y José Aguilar de Dios, en el plan parcial de Turruñuelos, promovido por Volantis Investments.

Permiso de obra recibirá también la parroquia de Santa Marina de Aguas Santas para realizar obras de conservación y mantenimiento en la iglesia; así como el centro de Magisterio Sagrado Corazón para la ampliación de un aula e instalación de un lucernario en el patio.

Consejo rector de Urbanismo

Por otro lado, el consejo rector de la Gerencia de Urbanismo tiene previsto aprobar el miércoles de forma definitiva un proyecto de actuación para la fabricación de piensos y una vivienda de guardería vinculada a esta actividad en la kilómetro 8,2 de la carretera de Palma (A-431), a propuesta de la Cooperativa Avícola y Ganadera Regional Cordobesa.

El consejo dará el visto bueno al abono de lo que aún debe Urbanismo a dos propietarios afectados por las expropiaciones que hizo por la primera fase de las obras de remodelación del río a su paso por Córdoba, que aún colean. Las cantidades son mínimas, 77.234 euros, y 64.006.

Otro de los acuerdos que adoptará es el de aprobar de forma inicial una innovación de PGOU que afecta a terrenos situados en Doce de Octubre, 2, esquina con Reyes Católicos, en concreto a los locales en los que estaba el Juzgado de primera instancia 5 y el Registro Civil, con el fin de cambiar la calificación que tienen, ya que están considerados "erróneamente", según consta en el expediente, como equipamiento público. La innovación fue solicitada en el 2017 por Juan Antonio Chastang Gómez, en representación de la sociedad Viuda de Victoriano Gómez, al concluir los contratos de arrendamiento por el traslado de esos servicios a la Ciudad de la Justicia. La propietaria de los inmuebles quiere darles uso pero en el actual PGOU y en el anterior de 1986 están calificados como equipamiento público, de ahí la innovación urbanística.