La obesidad, enfermedad creciente de la que hoy se celebra el día mundial día mundialy que está considerada la epidemia del siglo XXI, lleva aparejadas otra serie de patologías que están llevando a que un número creciente de personas que la padecen se decidan a consultar, en la sanidad pública o privada, si podrían beneficiarse de un tratamiento o cirugía que les ayudara a reducir peso y disminuir esas complicaciones de salud asociadas a su exceso de kilos.

En Córdoba, según datos publicados recientemente por el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (Imibic) existe un 32% de población que presenta sobrepeso y otro 14%, obesidad (46% total), mientras que en el conjunto de Andalucía, un 28,6% de los andaluces padece sobrepeso y un 13,1% presenta obesidad.

En el hospital Cruz Roja de Córdoba se ha puesto en marcha recientemente una unidad de Nutrición y Cirugía de la Obesidad, a la que están acudiendo muchos pacientes para conocer su grado de obesidad y elegir el tratamiento más oportuno que podría ayudarles a reducir peso. «En esa primera consulta de orientación estudiamos de forma personalizada a cada paciente y se le orienta sobre el mejor tratamiento, según las características y el tipo de obesidad. Hay pacientes que reúnen los requisitos necesarios para someterse a una cirugía bariátrica, a otros les hemos recomendado el balón intragástrico y un tercer grupo simplemente necesitaba un seguimiento y un plan de alimentación por parte de nuestro especialista en nutrición para bajar peso», explican los cirujanos Juan Alfonso Castilla y Diego Cobo, que forman parte de esta unidad.

La unidad de Nutrición y de Cirugía de la Obesidad del hospital Cruz Roja realiza un abordaje de la obesidad, desde el punto de vista de diferentes especialistas, que forman parte del equipo que atiende esta enfermedad, grupo integrado por médicos especialistas en cirugía bariátrica y técnicas endoscópicas, dietista-nutricionista, psicólogos y endocrinos.

«La unidad se dirige fundamentalmente a personas con obesidad, pero también a quienes sufren enfermedades relacionadas con la alimentación, incluso presenten sobrepeso y precisen de perder pocos kilos o simplemente quieran comer de forma sana y equilibrada», exponen estos dos cirujanos.

El hospital Cruz Roja lleva a cabo diferentes técnicas endoscopicas y quirúrgicas para el abordaje de la obesidad, haciendo una indicación adaptada a cada paciente. «En cuanto a las técnicas endoscópicas se ofrece la implantación del balón intragastrico y el método POSE (una reducción de estómago realizada por endoscopia). Por su parte, las tecnicas quirúrgicas que se practican se efectúan todas por laparoscopia, cirugía menos invasiva para el paciente, por lo se produce una mejor recuperación. Fundamentalmente se realiza la gastrectomía vertical (método restrictivo) y el bypass gástrico (método restrictivo y malabsortivo), añaden los doctores Castilla y Cobo.

El tipo más habitual de paciente que se dirige al hospital Cruz Roja solicitando asesoramiento para combatir la obesidad es el de una mujer que tiene entre 35 a 50 años, con obesidad de largo tiempo de evolución y múltiples intentos de adelgazamiento sin éxito. Dependiendo del índice de masa corporal (IMC), que es la relación entre peso y altura, se le recomendará un tratamiento u otro. La cirugía se recomienda en pacientes con índice de masa corporal por encima de 40 o superior a 35 y con enfermedades asociadas a la obesidad. Por debajo de esta cantidad, un IMC de entre 30 y 40, se recomienda la implantación del balón intragástrico y el método POSE.

Indicaciones

La cirugía de la obesidad se puede llevar a cabo a partir de los 18 años y la edad límite, aprobada por los protocolos del Servicio Andaluz de Salud (SAS), es hasta los 65 años. A partir de los 65 años, hay que valorar la relación riesgo/beneficio de que la persona con obesidad se someta a dicha intervención.

Estos cirujanos añaden que los principales beneficios de someterse a una cirugía de este tipo son una mayor esperanza de vida, mediante la curación o mejoría de las enfermedades asociadas, así como la posibilidad de disfrutar de una vida sin las limitaciones que puede suponer la obesidad. En un porcentaje alto, los demandantes de esta asistencia presentan enfermedades vinculadas a la obesidad, como diabetes e hipertensión arterial, patologías que se pueden curar o mejorar su control al tratar la obesidad.