La cadena de supermercados Deza Calidad, empresa familiar cordobesa con más de 50 años de historia, continúa con su plan de reducción de plásticos, ya que desde septiembre todos sus establecimientos han ido sustituyendo las bolsas de salida de plástico -las que ya por ley se venden a los clientes para guardar su compra- por bolsas de plástico reciclado en un 80%. Bolsas que llegan meses antes de lo que exige la nueva normativa a partir del 1 de enero de 2020, y por un porcentaje mayor de lo que marca el real decreto 293/2018, de 18 de mayo, sobre reducción del consumo de bolsas de plástico, que en el caso de las denominadas bolsas no ligeras, con un espesor igual o superior a las 50 micras, deben tener un porcentaje entre un mínimo del 50% hasta el 70% de plástico reciclado.

Posteriormente, también ha incorporado bolsas de papel, para dar otra opción a los clientes, y desde hace unas semanas las bolsas de sección, en las que se venden a los clientes productos como frutas y verduras, ya son todas compostables, «es decir, son bolsas que caducan, se descomponen, por lo que se tiran al contenedor verde», como explica el gerente de Deza Calidad, Antonio Deza. Todo ello más de un año antes de lo que exige la ley, que para 2021 prohíbe la entrega al consumidor de bolsas de plástico ligeras y muy ligeras, excepto si son compostables.

Además, y junto a estas iniciativas para disminuir el uso de materiales no reciclables en sus 9 supermercados, esta empresa observó que «faltaba el papel en el que se envuelve el producto a granel como la carne o la charcutería, para lo que tras estudiar varias opciones, vimos que la más viable era poner un nuevo papel laminado, que aguanta el peso del producto y consigue la impermeabilidad», indica Antonio Deza.

Este nuevo papel para las secciones de productos frescos permite que el cliente, tras llegar a su casa y desenvolver el producto, separe el plástico del papel y tire cada cosa a su contenedor, siendo este papel 100% reciclado, en contra del papel parafinado que es el que comúnmente usan los supermercados en charcutería y carnicería, que no se puede reciclar.

Este nuevo papel laminado proviene de un proveedor de Barcelona, y aunque es un 10% más costoso para esta empresa respecto al que se utilizaba anteriormente, «resuelve el tema sanitario y el del medio ambiente».

Todo este plan de reducción de plásticos y de papel no es una política nueva para este grupo de distribución cordobés, ya que Deza es una de las empresas pioneras en Córdoba en lo que a comercio más sostenible se refiere, ya que hace veinte años, en 1999, implantó sus Ecopuntos, campaña que aún sigue vigente, para premiar a los clientes que cuidan el medio ambiente y se llevan sus propias bolsas o carritos para guardar la compra.

A estos se les concede estos ecopuntos que son canjeables por pequeños regalos. Mediante este sistema, tan solo el año pasado los clientes de Deza reutilizaron 4,5 millones de bolsas de plástico, más de la cantidad de bolsas de salida que entregaron todos los supermercados, «lo que, sobre todo, es una medalla a nuestros clientes», indica Antonio Deza.

Junto al citado menor uso de plásticos y reciclado de papel, esta empresa también viene implantado varias medidas en sus establecimientos como parte de su compromiso con la sostenibilidad medioambiental. Así, el 100% de las luminarias de todos sus centros son tipo LED, recicla el 100% de sus embalajes (850 millones de toneladas de cartón y 80 millones de toneladas de plástico recicladas el pasado año), en 2017 puso en marcha en su supermercado de la avenida Isla Fuerteventura el mayor sistema de autoconsumo eléctrico de Córdoba, y el 31% de sus ventas en 2018 fueron de productos andaluces, «lo que además de asegurar la calidad de los mismos, reduce el recorrido de estos y por tanto las emisiones de CO2», apunta Antonio Deza.

Por otro lado, esta cadena ya está trabajando en nuevas iniciativas para el año que viene enfocadas a proteger el medio ambiente, ya sea eliminando más plásticos o reduciendo la huella de carbono, sus emisiones de gases de efecto invernadero, mediante el fomento del consumo de productos de temporada y andaluces.