Carmen Flores accedió en febrero a la presidencia de la Asociación Cordobesa de Polio y Pospolio (Acopypos). A sus 47 años, es de las pacientes de polio más joven de la asociación. Acopypos cuenta con unos 50 socios, aunque el censo de personas afectadas por la enfermedad se eleva a más de 1.360 en Córdoba y casi a un millón en Europa. La poliomelitis es una enfermedad causada por el virus de la polio, que afecta a la médula espinal, provocando debilidad muscular y parálisis en las extremidades y columna. La polio, de la que hoy, 24 de octubre, se celebra el día mundial, no se puede curar, pero sí prevenir mediante la vacunación infantil, que ha posibilitado que el último caso de esta dolencia registrado en España se remonte a 1989, aunque esta patología dejó miles de afectados entre los nacidos en los años 50 y 60.

-¿Desde cuándo tiene la enfermedad?

-Pues sufrí la polio con solo dos años. Enfermé porque me había puesto una primera dosis de la vacuna, pero no había dado tiempo aún a la segunda, y eso es lo que ha permitido que mi afectación no sea tan acusada. Cuando yo nací apenas se daban casos y menos aún si ya tenías parte de la vacuna puesta. No necesito silla, pero llevo puesto un aparato ortopédico en la pierna derecha.

-¿Qué trabajo desempeña?

-Estuve de cajera en Eroski, pero desde hace unos años soy vendedora de la ONCE.

-¿Qué papel desempeña la asociación que preside?

-Concienciar a la sanidad pública y sociedad en general de la existencia de personas afectadas por la polio, una enfermedad que, aunque está erradicada en España, dejó secuelas a miles de pacientes que aún vivimos y que necesitamos una atención para combatir los síntomas progresivos que sufrimos y que impiden en muchos casos que podamos desarrollar un trabajo o las actividades básicas de la vida diaria.

-¿La sanidad pública qué atención presta a esta patología ya erradicada?

-Existe en Córdoba asistencia por parte de la unidad de neurología del hospital Reina Sofía, pero tenemos el problema de que el colectivo médico actual, que sale de las facultades, presenta un gran desconocimiento de nuestra enfermedad porque ya no se estudia, debido a que la polio casi está erradicada a nivel mundial, gracias a la vacunación masiva. Pero los afectados necesitamos una atención sanitaria adecuada, que no se nos facilita del todo.

-¿Dónde se puede contactar con Acopypos?

-En el centro cívico Levante (antigua prisión provincial, plaza Mahatma Gandhi). Y ofrecemos información a su vez en el correo acopypos@hotmail.com, en facebook y en los teléfonos 617147513, 636187134 y 634449871.

-¿Qué objetivos se plantea Acopypos?

-Que sea conocido el síndrome postpolio y los efectos tardíos del virus por parte del personal médico y sanitario y por todos los estamentos sociales; prevenir y retrasar el aumento del grado de dependencia de los afectados; proporcionar un tratamiento de fisioterapia y una atención ortoprotésica de calidad, controlada por profesionales de la salud. Y también lograr respaldo público y privado de instituciones y entidades médico-sanitarias, laborales, sociales, urbanísticas y centros físico-deportivos.

-¿La asociación ofrece servicios a sus socios?

-Sí. Mediación sanitaria para facilitar la derivación de citas médicas hacia el especialista de referencia en neuromuscular del hospital Reina Sofía; informar y orientar sobre el síndrome postpolio y otros efectos tardíos de la polio; asesoramiento jurídico en torno a la discapacidad; rehabilitación neuromuscular y atención psicológica, gracias a convenios de colaboración que tenemos fijados; talleres formativos accesibles y actividades socioculturales accesibles.

-¿Cuál es la principal demanda de los afectados de polio?

-Todas las asociaciones de polio de España estamos preparando un documento conjunto sobre nuestra problemática actual y necesidades, para presentarlo ante el Congreso de los Diputados. Los síntomas de la vejez nos llegan de 25 a 30 años antes que a la media de la población y, como cualquier otra persona, queremos retardar al máximo el aumento del grado de dependencia, siendo necesario para lograrlo que se nos facilite una medicina preventiva de calidad (con un protocolo de atención médico-sanitaria multidisciplinar, tal y como se atienden otras patologías crónicas). Por otro lado, reclamamos que se nos proporcione tratamiento de neurofisioterapia especializada, material ortoprotésico y ayudas técnicas de última generación, acorde a cada necesidad individual, sin escatimar en su coste económico, pues favorecen una mayor autonomía personal. También es fundamental que se eliminen las barreras arquitectónicas y de otro tipo que nos impiden realizar una vida social y familiar saludable. Y que se nos incluya en programas de envejecimiento activo saludable. Nuestras reivindicaciones son comunes a personas con movilidad reducida o enfermedades crónicas.

-¿Qué le parece el movimiento antivacunas?

-Es muy negativo. Porque los pacientes de polio, si se hubieran podido vacunar, no estarían en la situación que están. Estando ya la enfermedad erradicada en España, no se debería cuestionar la efectividad de un tratamiento tan positivo como las vacunas, que previene de numerosas enfermedades y de padecer secuelas graves.