Ciudadanos y colectivos sociales de nueve barrios de Córdoba han comenzado a movilizarse este año para concienciar sobre la importancia de luchar contra el cambio climático y plantear medidas desde lo local, bajo el impulso y coordinación de Ecologistas en Acción Córdoba a través del proyecto Barrios por el clima, en el que desde noviembre del pasado año están implicados los barrios cordobeses de la Axerquía, Campo de la Verdad, Ciudad Jardín, Fátima, Moreras, Parque Fidiana, Santuario, San Agustín y Valdeolleros.

Barrios por el clima se enmarca dentro del proyecto europeo No hay un PLANeta B llevado a cabo en España por el Fondo Andaluz de Municipios para la Solidaridad Internacional (Famsi) y financiado por la UE a través del Programa de Sensibilización y Educación al Desarrollo DEAR, cuya finalidad es informar a la ciudadanía sobre el concepto de desarrollo, y proporcionar a los ciudadanos herramientas «para adoptar un espíritu crítico respecto de los actuales modelos de desarrollo global, fomentando nuevas ideas y cambiando actitudes individuales», como explica Cristina Contreras, una de las dinamizadoras de este proyecto de Ecologistas en Acción Córdoba.

En virtud de ello, se están llevando a cabo en estos barrios acciones colectivas e individuales para intentar frenar y adaptarse al cambio climático, entre las que se encuentran actividades de concienciación, mapeos o diagnósticos de la situación de cada barrio, y mesas informativas «en la que lo más importante no es la información relevante que ofrecemos sobre los efectos del cambio climático, sino la información que recogemos del vecindario para ver qué medidas se pueden poner en marcha» para frenar las emisiones de los gases que producen el efecto invernadero, indica Contreras. No en vano, el carácter participativo es uno de los signos distintivos de Barrios por el clima.

Así, a lo largo de estos últimos meses se han ido celebrando más de 30 actividades, a razón de un mínimo de tres por barrio, y se ha ido avanzando en el diagnóstico de cada zona, aún no completo, aunque algunos barrios tienen su mapeo más avanzado que otros.

Entre las primeras medidas que ciudadanos y colectivos están proponiendo se encuentran la necesidad de acometer más plantación de arbolado, sustituir superficies impermeables (asfaltadas) por superficies permeables, instalación de sombras naturales (como pérgolas vegetales) o artificiales (toldos), y medidas de adaptación para el aislamiento térmico de las viviendas. Todo ello bajo el lema general del proyecto, que puede resumirse en la idea de «plantemos ahora los árboles que nos darán sombra dentro de 20 años», apunta Contreras.

El barrio cordobés pionero en esta lucha contra el cambio climático fue Valdeolleros, que en 2016 puso en marcha Valdeolleros se mueve por el clima, en el que los vecinos y colectivos ecologistas empezaron a trabajar para buscar soluciones a los efectos del cambio climático. En este sentido, Valdeolleros ya ha mantenido diversas reuniones con el Ayuntamiento, al que le han trasladado una serie de propuestas concretas, con un estudio detallado de calles y puntos en los que realizar cada intervención.

En otros barrios, como el Campo de la Verdad, se está recabando la opinión de los vecinos en relación al diseño y equipamientos del paseo Acera de San Julián, zona verde en paralelo al Guadalquivir importante para mantener la ciudad más fresca. En Fátima, jóvenes ya han realizado un primer diagnóstico de la zona; mientras que en Moreras ya se ha comenzado a trabajar con huertos urbanos y con los más pequeños. En materia de diagnóstico, Santuario es uno de los barrios que cuenta ya con un primer análisis detallado, y prepara algunas actividades populares y educativas como una Gran Semana por la Cultura Ecológica.

En definitiva, un proyecto que está abierto a la participación de cualquier colectivo o persona residente en estas zonas, y en otras de la capital cordobesa, «que tenga motivación y quiera comprometerse activamente para frenar el cambio climático e implantar medidas de adaptación en su barrio». La adaptación del conocido adagio ecologista de «pensemos globalmente, actuemos localmente», aplicado en Córdoba.