No todo en el pleno de hoy ha sido bronca. La Corporación municipal apoyó ayer una declaración institucional sobre el Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra hoy 10 de octubre. Antonio Garrido, presidente de la Asociación de Allegados y Personas con Enfermedad Mental (Asaenec), ha intervenido en el salón de plenos para trasladar la situación de las personas que sufren una enfermedad mental y denunciar el estigma que siguen padeciendo. En su discurso, el representante de Asaenec ha pedido “empatía, profesionalidad, coordinación y humanidad” a los profesionales, responsables políticos y a la sociedad en general que aborda la situación de la salud mental, y ha afirmado que con esas condiciones se podrán “cambiar las cosas”.

En el Día mundial de la Salud Mental, Antonio Garrido ha hecho una reivindicación del trabajo y el esfuerzo que hacen asociaciones y colectivos para concienciar de este grave problema que padece una parte importante de la población. 800.000 personas se suicidan al año en el mundo, lo que supone que en España fallecen por esta causa cada día 10 personas (lo que duplica la tasa de siniestralidad laboral). El presidente de la asociación Asaenec ha recordado que la asociación se fundó en 1989 para buscar soluciones y mejorar la calidad y esperanza de vida de las personas con enfermedad mental, lograr su integración plena en la sociedad, y luchar contra el estigma social que padecen.

Por otro lado, Asaenec aboga por mejorar el sistema social y sanitario, dar un paso más allá de la reforma psiquiátrica, incrementar los recursos de atención para personas con problemas de adicciones y salud mental grave, así como para aquellos con trastornos límites de la personalidad. En esta línea, Antonio Garrido ha defendido la necesidad de creación de los equipos de tratamiento asertivo comunitario en cada unidad de salud mental de Andalucía. “Hay que dar de esperanza de solución al sufrimiento a estas personas”, ha dicho, recordando especialmente a mujeres, personas con adicciones, personas sin hogar --de las que el 20% admiten tener un trastorno mental--, niños, personas enfermas que están en la cárcel y a las personas afectadas por trastornos límites de personalidad. “Hay que humanizar las unidades de hospitalización y acabar con las medidas coercitivas en el ámbito de la salud mental”, ha pedido, para concluir diciendo: “Sabemos que no es fácil cambiar conciencias, sabemos que no es fácil dar respuesta pero es necesario crear equipos multidisciplinares de tratamiento asertivo comunitario en todas las provincias”.