Rafael Calancha se siente muy satisfecho de haber podido donar células madre de su médula ósea para un paciente que lo necesitaba. Él no sabe quién ha sido el receptor o receptora, porque en el proceso de donación y trasplante existe la confidencialidad, pero sí que le gustaría conocer si el paciente se recuperó, que desea que sí. Rafael, de 39 años y vecino de Cabra, era donante de sangre desde hacía años y acudió a donar en la macrocolecta de donación de sangre y de médula que impulsó el año pasado en Cabra la maestra Gema Santisteban, con la colaboración del Centro de Transfusión, del hospital Infanta Margarita y del Ayuntamiento de Cabra. Allí Rafael aceptó hacerse donante de médula, a petición de Gema, aunque reconoce que al principio no estaba muy convencido. No podía imaginar que apenas dos semanas después le iban a llamar de la Fundación Carreras comunicándole que su perfil era compatible con el de un paciente que necesitaba un trasplante y que si estaba de acuerdo con hacerse unas primeras pruebas. Accedió a hacerse esos análisis. Pasó un tiempo, y como no le llamaron, pensó que al final habrían encontrado a un candidato mejor. Pero volvieron a llamarle de la Fundación Carreras para decirle que si estaba dispuesto a seguir adelante con la donación, ya que era 100% compatible con la persona que lo necesitaba. «Por supuesto dije que sí», cuenta, contando con el apoyo de su mujer, a la que también le gustaría donar si llegara el caso y que se sintió muy orgullosa de su decisión. El 24 de junio del 2018 le extrajeron células de su médula, en un proceso similar a la donación de sangre, que se prolongó durante algo más de tres horas. «Me sacaron células suficientes e incluso para guardar en caso de que se necesitaran más. Cuando acabó la donación mi hijo me abrazó porque para él su padre había hecho algo importante. Mi empresa me dio facilidades para que pudiera ir al hospital Reina Sofía y estuviera un día de reposo, aunque yo me encontraba bien, solo un poco flojo. Me sentí muy contento y le di las gracias a Gema por animarme a hacerme donante, porque lo volveré a hacer de nuevo si alguien lo necesita», indica Rafael Calancha.

Gema Santisteban impulsó en mayo del 2018 en Cabra la campaña de donación de sangre y de médula Juntos sumamos. ¿Contamos contigo?, para incrementar el censo de donantes de médula ósea y también las donaciones de sangre. La iniciativa fue todo un éxito y durante los tres días que duró se formaron largas colas en Cabra de personas que querían donar. Esta maestra egabrense, de 42 años y madre de 3 hijos, venía de superar un grave linfoma y, aunque no llegó a requerir un trasplante de médula, necesitaba que tenía que hacer algo para concienciar a la sociedad de que ser donante de médula o de sangre no cuesta nada ni es doloroso, pero puede ayudar a curar a muchos enfermos. La campaña también contó con la participación de los centros educativos y de todo el pueblo, que se volcó.

Los motivos

«Me siento muy contenta porque gracias a esta idea se inscribieron casi cien donantes nuevos de médula ósea (y uno de ellos, Rafa, incluso ha podido donar y ayudar a alguien) y se obtuvieron 500 donaciones de sangre. La campaña recibió un premio del Ayuntamiento y el dinero lo doné a la asociación Mar Pozo, que colabora con los niños con cáncer ingresados en hospitales de Andalucía», resalta Gema.