Una de las obras incluidas en el Plan Turístico de Grandes Ciudades que quedan para cumplir los compromisos marcados en el convenio firmado hace cinco años entre Ayuntamiento y Junta, acaba de empezar. Se trata del proyecto que convertirá en museo la Torre de la Inquisición del Alcázar. En el interior del monumento ya se pueden ver trabajadores de la empresa que ha resultado adjudicataria de la obra de la Torre de la Inquisición, con la que el Alcázar ganará espacio visitable. Los trabajos han sido adjudicados a Ingeniería de la Construcción Cordobesa por 152.153 euros y un plazo de dos meses y medio. Hoy mismo se firma el acta de replanteo que marca el inicio de la obra.

Con esta actuación, que ejecuta la misma empresa que se encargó de poner en valor el Patio de Mujeres y hacer más accesible el Alcázar, fase que a pesar de llevar tres años terminada no se ha abierto al público, ya solo quedan por llevar a cabo dentro del plan turístico la obra del Templo Romano, paralizada desde primavera, y la del convento Regina, que ni siquiera llegó a empezar hace más de un año a pesar de estar adjudicada. El retraso que acumulan, y la necesidad de haber tenido que acudir al Consejo Consultivo para la resolución de contratos, obligará al Ayuntamiento a solicitar a la Junta la cuarta prórroga del plan. La tercera ampliación de plazo, que es la vigente ahora, expira a mitad del año que viene.

El proyecto de la Torre de la Inquisición ha sido redactado por la Gerencia de Urbanismo y servirá para poner en valor la construcción de 16 metros de base cilíndrica que se encuentra coronada por un pretil octogonal. Según el proyecto, que fue adelantado por este periódico hace casi un año cuando se produjo la licitación, la torre, que posee tres estancias distintas a tres alturas se convertirá en un "pequeño centro de interpretación en el que, mediante paneles y un audiovisual, se explicitará la etapa en la que el Alcázar desempeñó la función de cárcel de la Inquisición, transmitiendo al visitante contenidos relativos al papel que dicho organismo desempeñó entre finales del siglo XV e inicios del XIX como elemento represivo de control ideológico y social".

El proyecto añade que el ámbito de actuación se centra tanto "en el alzado como en las plantas" de la torre. En la planta primera, según el documento, "se incorporan al ámbito las dos estancias extremas de la crujía sur más próximas a la torre», además de la parte de la galería sur en una longitud similar". Las dos estancias que se añaden albergarán el contenido museográfico. En la segunda planta se suman los vestíbulos de acceso a la sala y el que comunica con la escalera de subida a la terraza, que será uno de los atractivos de esta intervención por las perspectivas del Alcázar que brindará.

En los estudios previos se han detectado patologías como fisuras, humedad, suciedad y la acción de agentes biológicos y químicos, que se combatirán con una limpieza y posterior restauración. El documento especifica que en el pretil se restituirán las aristas reponiendo piezas de ladrillo que se han perdido; en la primera y segunda planta se limpiarán y se realizará la recuperación volumétrica de las tres saeteras; en los diseños grafiados encontrados en la cámara de la primera planta se aplicarán medidas especiales; y se actuará sobre la carpintería y cerrajería.