La unidad de rehabilitación cardiaca del hospital Reina Sofía ha introducido mejoras asistenciales para ofrecer una terapia más completa a los pacientes que son derivados a este servicio. Desde que el hospital puso en marcha la unidad en el 2010, ha duplicado el espacio destinado al gimnasio, ha incorporado una consulta de enfermería y ha incrementado la plantilla y la cartera de servicios, ofreciendo incluso la posibilidad de realizar las extracciones sanguíneas. Otra de las mejoras recientes que esta unidad ha introducido es la puesta en marcha de la prueba de esfuerzo con consumo de oxígeno.