Las plazas Antonio Fernández Grilo y Aladreros y la calle Pintor Cuenca Muñoz estarán en obras hasta diciembre, en un proyecto de remodelación que continuará la filosofía urbanística de las calles Concepción, Gondomar y el Bulevar de Gran Capitán. En principio, el tráfico no se verá restringido por este vía, que verá mejoradas su accesibilidad, diseño urbanístico e iluminación.

El presidente de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU), Salvador Fuentes, ha presentado hoy este proyecto de remodelación, que tiene un plazo de ejecución de 4 meses y un presupuesto de 274.758 euros. La empresa Magtel es la adjudicataria de la obra, que cuenta en la dirección técnica con la arquitecta Rosa Lara y el técnico paisajista de la GMU José Ignacio Montero, y fue impulsada, como el mismo teniente de alcalde de Urbanismo ha recordado, en el mandato anterior.

Fuentes ha indicado que ésta no será una obra aislada en el centro, ya que la intención de la GMU es incluir en los presupuestos del año próximo el arreglo de la calle Concepción (cuyo pavimento está muy deteriorado por el tráfico) y la mejora de las calles Duque de Fernán Núñez y Eduardo Dato para cerrar todo ese espacio.

La arquitecta Rosa Lara ha explicado que se trata de un proyecto de "mejora peatonal", compatible con el tráfico rodado, que eliminará todas las barreras arquitectónicas con la construcción de una pasarela única. El diseño se ha basado en los orígenes de la zona, donde se ubicaba la ciudad fundacional romana, con un damero clásico, es decir, unos cuadrados de granito que van rellenos de adoquín de distintos colores, que permiten distinguir la zona del peatón y del coche. Además está previsto que se planten árboles de gran porte como jacarandas, naranjos y prunus. También se mejorarán la iluminación (led con farolas de tipo más bien fernandino de pie y de fachada), el mobiliario urbano y el saneamiento. Será un reto técnico la colocación de los adoquines en estas vías (precisamente por mantenerse el tráfico rodado y ser una salida hacia Ronda de los Tejares muy transitada). La arquitecta Rosa Lara ha explicado que la filosofía de la actuación es "de conciliación, para que cosiera esta zona con el resto de las actuaciones del entorno".

Durante la obra, la zona de carga y descarga se ha desplazado a la avenida de la Victoria.