En el marco del deterioro de los hábitats y la consiguiente pérdida de biodiversidad relacionada con los usos agrarios, la provincia de Córdoba viene registrando en los últimos años la cara y la cruz de este problema, ya que la intensificación agraria registrada en el sur de la provincia contrasta con el abandono agrario que se está produciendo en el norte, con apenas actividades agrícolas y de siembra.

Así lo indica el catedrático de Zoología de la Universidad de Córdoba Francisco Miguel Sánchez Tortosa, que explica que el mayor contraste se da entre la campiña cordobesa, «donde la intensificación agrícola es cada vez más extrema», y la zona de Sierra Morena, «donde el abandono de la agricultura está provocando que el matorral vaya cubriendo todo». Una zona, la de Sierra Morena, que se ha centrado más en la actividad cinegética, y donde la proliferación de especies como el jabalí está generando un «gran problema, ya que arrasa con el conejo y la perdiz», animales no solo necesarios para la caza, sino para la alimentación de otras especies.

¿Posibles soluciones para luchar contra este deterioro de los hábitats a nivel provincial-local? A juicio de Sánchez Tortosa, los ayuntamientos -con experiencias pioneras como el de Córdoba- podrían desarrollar políticas para diversificar vegetalmente el paisaje agrario, y se podría trabajar más en la recuperación de bandas florales en las cubiertas vegetales de los campos, «que en cinco años pueden sustituir a los jaramagos, poco deseables, pues compiten por el agua con el olivar», apunta este experto.