La deshidratación puede afectar en verano al 30% de las personas mayores, por lo que es importante vigilar que beban agua con frecuencia, así como los niños, deportistas y madres lactantes, aunque no tengan sensación de sed, indicó Lourdes de la Bastida, nutricionista del hospital Quirónsalud Córdoba. La nutricionista recordó que el agua tiene un papel fundamental en nuestro organismo, pues estar bien hidratado ayuda a regular la temperatura corporal y también a encontrarse menos cansados. La deshidratación puede provocar complicaciones como pérdida de apetito, deterioro del rendimiento físico, náuseas, mareos, dificultad para concentrarse y difícil respiración con el ejercicio, entre otras. La principal fuente de hidratación debe ser el agua, según Lourdes de la Bastida, aunque las infusiones, el café, granizados, gelatinas o platos como el gazpacho, también aportan un alto contenido en agua. Esta experta añadió que «al consumir frutas y verduras durante el día también estamos aportando gran cantidad de agua y nutrientes al organismo».