El Ayuntamiento quiere poner en marcha un plan de choque para agilizar el pago de facturas a proveedores. Según la información facilitada ayer por el responsable del área municipal de Hacienda, el Ayuntamiento de Córdoba debe 6,2 millones de euros a sus proveedores. Fuentes detalló que el Ayuntamiento tiene pendientes de pago a sus proveedores 1.610 facturas por valor de 4,8 millones de euros. A estas se suman, dentro del ente matriz y por 387.930 euros, facturas impagadas para reconocimiento extrajudicial de crédito. Además, y en cuanto a empresas y organismos, hay 159.270 euros que Urbanismo adeuda a sus proveedores; 379.563 euros que debe el Imdeco; 138.276 euros que tiene pendiente de abonar el Imdeec; 219.048 euros que debe pagar el Imae; y 139.228 euros del Imtur. A pesar de ello, la demora media en el pago a proveedores es solo de dieciséis días. Fuentes asegura que el Ayuntamiento cordobés «está entre los que más dinero debe de España a sus proveedores».

Por esa deuda de 6,2 millones de euros Fuentes pidió ayer «perdón», calificando la situación de «grave», ya que «no teniendo tensiones de tesorería, tenemos un problema de pagos» porque «tenemos un cuello de botella bastante preocupante» que puede repercutir en el periodo medio de abono. Fuentes aseveró que no tiene «autoridad moral para decir a los vecinos que paguen sus impuestos cuando el Ayuntamiento no paga su deuda».

El responsable de Hacienda garantizó que la «situación no va a seguir así» y que ya se está trabajando en tomar medidas, como la aplicación de un plan de choque para «normalizar» el abono a proveedores «en tiempo récord». Ese plan, dijo el concejal, no puede ser «coyuntural», sino «estructural». Su idea es dotar de más personal al departamento y de más recursos técnicos, además de cambiar la imagen de Hacienda, que debe ser un «ejemplo de eficacia y eficiencia». Entre los cambios que quiere introducir están la atención al público. Fuentes aseguró que ese plan de actualización de facturas va a «contar, de inmediato, la incorporación de personas y de recursos técnicos que afectarán a todo el departamento». «Hay que salir al paso de este gran boquete contable y deudor que el Ayuntamiento no debe tener, sobre todo, cuando no hay problemas de tesorería», señaló, y debe hacerse «sin demora», ya que incluso hay requerimientos judiciales en algunos casos, como ha ocurrido con facturas del Imdeco que se arrastran desde 2017.