Además de todos los que compran un piso en uno de los barrios nuevos y pagan por un servicio que no tienen, que cada vez son más, el sistema de recogida neumática tiene su primer damnificado, un bloque de 19 VPO construido en Huerta de Santa Isabel, promovido por la cooperativa Llanos de la Albaida, que no recibe licencia de primera ocupación, pedida en diciembre del 2018, por no tener culminadas las redes. Según la versión de los promotores y de Urbanismo, el bloque está edificado sobre una parcela que era de AVRA (Junta) adjudicada por un concurso de venta de suelo. El solar había sido previamente dividido en dos y uno tiene la red exterior acabada pero el otro, el que corresponde al bloque, no. A esto se suma la falta de red interior (tuberías que van del bloque a la calle), motivo suficiente para denegar la licencia.

A pesar de ello, el problema mayor es la falta de red externa, para la que habría que levantar toda la calle con un coste de 150.000 euros, la mitad del valor del suelo, «inasumible por una cooperativa de VPO», según explica la gestora, que afirma que ha demandado a AVRA (que no ha ofrecido su versión) por venderle una parcela sin la red. Según la gestora, la red interior, presupuestada en 53.000 euros, no se ha hecho por recomendación de Urbanismo y a la espera de solución a la ausencia de la exterior, aunque están dispuestos a ejecutarla y tienen la partida prevista. La gestora reclama una licencia condicionada a la ejecución de la red interna en varios años, para tenerla cuando esté la planta funcionando. «Lo importante es que nos den la licencia porque los que han comprado una vivienda están desesperados», señala el responsable de la gestora, Ramón Martos. Para el presidente de la cooperativa, Miguel Ángel González, es fundamental el permiso, ya que «somos 19 familias que estamos de alquiler teniendo las viviendas totalmente construidas».

Urbanismo explica que el proyecto al que dio licencia de obra contenía las conexiones a la red, que no están ejecutadas, e indica que es la primera vez que el problema se da con la externa. Aunque admite que el tema «es complicado», asegura que trata de buscar una solución con la gestora y la cooperativa.

El secretario general de Construcor, Francisco Carmona, considera «una indecencia» que falte la red externa, así como que se esté pagando «por algo que no se disfruta». Carmona recuerda las carencias de este sistema, como que no se ha hecho un estudio del coste energético que tendrá la recogida ni del estado de la red ejecutada. Tampoco se sabe «el coste del acondicionamiento de las infraestructuras deterioradas». Además, añade, «ni siquiera hay un plan alternativo para futuras averías».