El arquitecto Rafael de la Hoz Castanys, hijo de Rafael de la Hoz Arderius, coautor de la celosía retirada en el muro norte de la Mezquita, expresó ayer a este periódico su satisfacción por la sentencia, «muy sólida y bien fundamentada», en su opinión, elaborada por un juez «muy capacitado y con una independencia que hay que celebrar». De la Hoz no quiso desvelar cuáles serán sus próximos pasos, si bien aseguró que «pensará» si reclama que se ejecute la sentencia, lo que, a su juicio, supondría reponer de inmediato la celosía. «La sentencia es recurrible, pero la ley contempla que se pueda solicitar la ejecución», dijo, antes de aclarar que «lo más probable es que espere a ver qué hace la Junta». En ese caso, dijo, «tengo que pensar, me gusta mucho pensar». En su opinión, el tema de la celosía es «una carrera de fondo» y el patrimonio, «un asunto sobre el que no hay que precipitarse, sino ser muy cauteloso», indicó, después de subrayar que la responsabilidad «exclusiva» de autorizar el proyecto era de la Junta, una responsabilidad «que no puede delegar aunque consulte a otros organismos», en alusión al informe de Icomos empleado como argumento.

Pese a que el juez le da la razón, el arquitecto no descarta tampoco presentar alegaciones al fallo. «Estudiaremos la sentencia y veremos si cabe añadir algo más», dijo, haciendo uso de la posibilidad que la ley le da. De la Hoz, que inició el proceso movido en parte «por el anuncio del Cabildo de instalar una puerta de vidrio» en el acceso donde se encontraba la celosía, no ha visto el aspecto de la Mezquita desde que aquella se retiró de su emplazamiento original; «prefiero no verlo», comentó, si bien celebró que el Cabildo la mantenga «conservada en muy buen estado».