El concejal de Cooperación en el Ayuntamiento de Córdoba, Juan Hidalgo (IU), acompañado por la delegada de Cooperación Internacional en la Diputación, Ana Guijarro, ha recibido este viernes a una delegación institucional de los campamentos de refugiados saharuis para conocer la importancia del programa Vacaciones en Paz, cuya finalidad es promover la acogida de niños saharauis en domicilios particulares de Córdoba durante los dos meses de verano.

Según ha indicado el Ayuntamiento cordobés en una nota, la delegación recibida ha estado compuesta por Ahmed Lehbib, ministro de Juventud y Deportes; Mohamed Bugleida, responsable del programa Vacaciones en Paz, y Mohamed Zrug, delegado del Frente Polisario en Andalucía.

La estancia del programa Vacaciones en Paz se aprovecha para diagnosticar y mejorar el estado de salud de los niños, así como para hacer diversos intercambios culturales con las familias de acogida y concienciar sobre la situación de la población saharaui.

Este programa, que movía más de 10.000 niños saharauis hace unos años, se ha reducido hasta los 4.000 tras la crisis económica española. Ambas instituciones apoyan el programa desde hace más de 20 años y se comprometen con su refuerzo, informa Europa Press.

La reunión también ha servido para conocer el Plan Nacional de Juventud saharaui que será aprobado en el próximo mes de julio de 2019, que contiene objetivos de trabajo en torno a la participación política de los jóvenes, salud, tecnología, resistencia pacífica o deporte, entre otros.

Los dirigentes saharauis han participado en el acto de clausura del Programa Municipal Jóvenes por el Sáhara 2018-2019, que ha tenido lugar este viernes en la Casa de la Juventud. La finalidad de este programa es "propiciar la formación y la sensibilización de jóvenes cordobeses sobre la injusta realidad que sufre la población saharaui situada en los Campamentos de Refugiados de Tindouf".

En 1970, la Organización de las Naciones Unidas aprobó la celebración en el Sáhara español de un referéndum de autodeterminación. Tras negarse en un principio a celebrarlo, España accede en 1974 a su celebración, movida tanto por la presión en el territorio --en 1973 se fundó el Frente Polisario, que luchaba por la independencia de la colonia-- como por presión internacional.

El Gobierno español anunció que el referéndum tendría lugar en 1975 y, en noviembre del mismo año, tras la firma de los Acuerdos Tripartitos de Madrid, y la Marcha Verde marroquí, España se retiró de la zona conocida como Sáhara Occidental, y a partir de ahí se registró una huida masiva de refugiados saharauis hacia zonas más seguras.

Más de 40.000 personas huyeron a la frontera con Argelia. Desde entonces, se estima que casi 165.000 refugiados saharauis conviven en los cinco campos de refugiados habilitados en territorio argelino. No existe un censo fiable sobre la población saharaui que quedó en los territorios ocupados por Marruecos.

Las críticas se centran en la ocupación marroquí, que divide al territorio con un muro de 2.720 kilómetros, protegido con millones de minas antipersona y que obstaculiza la solución pacífica del conflicto a través de la aplicación de las resoluciones de la ONU. Estas resoluciones proponen la celebración del referéndum de autodeterminación del pueblo saharaui en el que decida entre la integración a Marruecos, la autonomía y la independencia. Mientras tanto miles de refugiados saharauis y la población saharaui que no abandonó los territorios ocupados ven vulnerados sus derechos básicos.