El consejo rector del Imdeco dedicó ayer un monográfico a la gestión de las salas de barrio, que muy pronto hay que volver a sacar a concurso. Los consejeros del instituto de deportes acordaron que los nuevos contratos tendrán un año de duración, con uno más de prórroga. Los actuales, que entraron en vigor el pasado 1 de junio, son de un año y tienen una prórroga de tres meses, por lo que el Imdeco debe ir preparando ya los pliegos para las nuevas licitaciones. Estos contratos afectan a las instalaciones de Valdeolleros, Ciudad Jardín, Fuensanta, Fátima, Margaritas, Guadalquivir y Naranjo, junto a las pistas de tenis y pádel del Santuario. Además hay que tener en cuenta la IDM de Alcolea y las pistas del Parque Azahara.

El presidente del Imdeco, Antonio Rojas, explicó ayer al término del consejo que el compromiso es estudiar las distintas modalidades de gestión de estas salas, para aplicar la mejor de todas. Entre todas las fórmulas que permite la ley, el presidente del Imdeco propuso el modelo de concesión, que es «el que había antes, pero mejorado», y abrir las salas al uso de otros colectivos como centros educativos, asociaciones deportivas o los clubs deportivos, que han gestionado históricamente estos centros en Córdoba.

También pudo conocerse ayer la idea defendida por Ganemos, que pasa por una dirección cooperativa de estas instalaciones, que «no mercantilice la gestión», y que permita incorporar a las entidades sociales a la cooperativa de servicio público mediante concurrencia «para estabilizar y garantizar este servicio público del deporte aficionado y del resto de personas usuarias».

En el anterior proceso de licitación, se presentaron 34 ofertas para la explotación de 7 salas de barrio, que hasta junio del 2018 estaban siendo gestionadas por seis clubs deportivos sin ánimo de lucro.

Las salas de barrio han sido la gran asignatura del Imdeco durante este mandato y tuvieron que salir a concurso por una causa abierta por el Tribunal de Cuentas por las ayudas económicas que concedía el Ayuntamiento a estas instalaciones para cubrir los déficits de explotación. El Imdeco sacó a concurso las salas, después de rescindir de mutuo acuerdo los contratos vigentes, por lo que se tuvo que indemnizar a los clubs con un total de 300.000 euros.

El Imdeco tiene pendiente, además, la regularización de los 16 campos municipales de fútbol, que están «en precario».