Los delitos de odio y discriminación en la provincia de Córdoba descendieron durante el año 2017 un 28%, según los datos facilitados ayer en las jornadas que sobre este tipo de infracciones penales se celebraron en el Colegio de Abogados de Córdoba, organizadas por la Asociación Unificada de la Guardia Civil. En estas jornadas se puso de manifiesto la necesidad de seguir formando tanto a los integrantes de las fuerzas y cuerpos de seguridad como a los profesionales de la justicia, para combatir este tipo de actuaciones, al tiempo que sigue siendo necesaria una información y concienciación social para seguir reduciendo estos números.

En concreto, según explicaron ayer, durante el año 2017 (los datos del 2018 aún no se han difundido) se registraron solo trece incidencias, frente a las 18 del año anterior. Asimismo, se ha reducido el número de víctimas de este tipo de sucesos en un 37%, pues ha pasado de 19 a 12. Pero esta reducción se debe, matizan desde la AUGC, a que en años anteriores se contabilizaban algunos incidentes que realmente no tenían la motivación de odio, y en 2017 se modificó la metodología.

En lo que se refiere al número de detenciones y esclarecimientos ha sido mayor, ya que los detenidos e imputados han caído un 91%, al pasar de 11 a 1, y los hechos esclarecidos han bajado de 14 a 6 (57%). Por ello, a juicio de los organizadores de las jornadas, es necesario llevar a cabo acciones formativas como la de ayer, para que los cuerpos policiales puedan identificar ese tipo de delitos, instruir correctamente las diligencias y atender adecuadamente a las víctimas.

Tanto Juan José García, fiscal provincial de criminalidad informática, como Lucía Chacón, fiscal para la tutela penal de Igualdad y contra la Discriminación, indicaron que «esta formación es fundamental porque hay que unificar las fuerzas y compartir experiencia, cada uno desde nuestro campo, para poder conocer mejor el problema. Hay que tener criterios de selección porque no todo son delitos de odio». Otro de los detalles señalados por la fiscal es que muchos de estos delitos no se denuncian. Las causas para que este tipo de incidentes no acaben en los juzgados son variadas, pero predominan el miedo a represalias, a ser expulsados en el caso de los inmigrantes, a ser estigmatizados o por desconfianza en las instituciones. Chacón indicó que hay que prestar mayor atención en la adolescencia, porque muchos de los casos de acoso escolar esconden un delito de odio. Actualmente, es preocupante la evolución de este tipo de delitos a través de las redes sociales.

De todos los datos puestos sobre la mesa, se señalan especialmente los incidentes por racismo y xenofobia, que casi se han triplicado entre el 2015 y el 2017 aunque tampoco son cifras muy elevadas pues se ha pasado de 3 a 8 casos, aunque se señala especialmente el incremento experimentado entre 2016 y 2017 que fue del 60%, mientras que a nivel nacional el incremento fue del 26%. Llama la atención que en el año 2014 Córdoba se situó entre las siete provincias con más incidentes por racismo y xenofobia, superando a otras poblaciones con más inmigración.