La fiscal y la abogada del investigado por el crimen de Soledad Donoso, cometido hace ahora 26 años, se opusieron a la reapertura del caso. Así lo reflejan las alegaciones presentadas ante la Audiencia Provincial por ambas partes tras la petición realizada por la familia con el fin de que se practicaran análisis de ADN en un mechero y un jersey no investigados en su día. Según el criminólogo Félix Ríos a declaraciones a este periódico, «que la abogada del investigado se opusiera a las pruebas de ADN no es de extrañar, si bien para nosotros su postura refuerza aún más la implicación de R.C.G. en el crimen, puesto que, si no tuviera nada que temer, sería el primer interesado en que se hallara ADN ajeno a él en las pruebas localizadas en el escenario del crimen».

Sin embargo, Ríos pone el acento en las alegaciones de la fiscal: «Lo que sí es verdaderamente inaudito es que la fiscal también se opusiera a reabrir el caso, en un escrito de pocas líneas alegando que no hay nuevos indicios que lo justifiquen». En su opinión, esta oposición «da la impresión de que nuestra solicitud se ha despachado por parte de la fiscalía de forma muy superficial, casi de plantilla» cuando «para nuestro abogado, para mí y para la familia, no es concebible que un órgano que debiera abanderar la acusación y la defensa de los intereses de una joven vilmente asesinada y tirada al río no esté conforme con la prácticca de unas pruebas que ya fueron acordadas cuando conseguimos reabrir el caso por primera vez hace unos años, pero no se realizaron por no localizar una de tantas pruebas extraviadas en el proceso». La Fiscalía da argumentos a la defensa que, a la petición de pronunciamiento de la Audiencia, dice adherirse «íntegramente» a lo solicitado por la fiscal. En este contexto, Ríos confía en «el buen criterio de la jueza» y en que «ordene las pruebas en Santiago».