José Ramón García llegó a la parroquia San Antonio María Claret hace dos años y desde entonces lleva a cabo una intensa tarea pastoral y social en el barrio de las Palmeras, donde hay unas 2.600 personas censadas.

Con la colaboración del Banco de Alimentos y de Cáritas cubren las necesidades alimentarias de unas 200 familias en un barrio con elevadas tasas desempleo y de formación.

En la parroquia prestan especial atención a los niños, con quienes se trabaja en valores humanos y cristianos como «el respeto al otro» que «ayuden a una convivencia mejor en el barrio». Y para ello organizan campamentos de verano y encuentros y prestan su colaboración a la asociación Estrella Azahara, de la Obra Social Socioeducativa de la Salle, que, entre otras cuestiones, ofrece clases de apoyo y refuerzo docente a los más pequeños.

José Ramón García subraya que en Las Palmeras es importante «estar presentes en el barrio» y «charlar un rato» con los vecinos para «crear un ambiente más familiar», ya que «la gente que se acerca a la iglesia es poca». Por eso, uno de sus objetivos a medio plazo es «crear un núcleo comunitario fuerte que sea como un oasis en medio de esta realidad que es tan dura».