Siglos y siglos de relación del hombre con el olivar han dejado en Andalucía un modelo de producción que supera el valor económico para convertirse en un patrimonio de gran riqueza cultural y medioambiental. Desde inicios del 2016, cuando comenzó a plantearse la propuesta para que la candidatura Paisajes del Olivar fuera declarada por la Unesco como patrimonio de la humanidad, se ha ido consolidando la propuesta documental que espera llevarse a su aprobación en el año 2020. Seis diputaciones andaluzas (Jaén, Córdoba, Granada, Málaga, Sevilla y Cádiz), la Junta de Andalucía, las universidades de Córdoba, Jaén, Cádiz, Granada, Málaga y Sevilla, las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA, la Fundación Savia y Juan Ramón Guillén y la Asociación Española de Municipios del Olivo (Aemo) están detrás de esta iniciativa que pretende conseguir una declaración que protegería paisajes de olivar de gran excelencia patrimonial, tanto por su diversidad, como por su historia, importancia en la economía y entramado social que vincula a los territorios.

El documento que se presentará ante la Unesco sitúa a Córdoba como la provincia andaluza en la que se incluye una mayor superficie de zonas de valor universal excepcional, con 10.993 hectáreas, de las que 5.918 pertenecen a la Subbética cordobesa y 5.075 a la zona del Guadalquivir y Sierra Morena. En esta categoría de valor universal excepcional se encuentran olivares de Almedinilla, Cabra, Carcabuey, Doña Mencía, Lucena, Luque, Priego, Zuheros, Adamuz, El Carpio, Montoro y Pozoblanco. Asimismo, se propone un amplio espacio que pertenece a un área de influencia, que se extiende sobre 90.107 hectáreas (42.755 en la Subbética y 47.352 del Guadalquivir a Sierra Morena). En este caso se incorpora superficie de olivar de Almedinilla, Baena, Cabra, Carcabuey, Doña Mencía, Fuente Tójar, Lucena, Luque, Priego, Rute, Zuheros, Adamuz, El Carpio, Montoro, Obejo, Pedro Abad, Pozoblanco, Villa del Río y Villanueva de Córdoba.

Tras Córdoba, Jaén es la provincia con más espacio incluido en el documento, con 6.125 hectáreas de valor universal excepcional y 72.227 de terreno de influencia.

En la actualidad, en Andalucía no existe ninguna figura de protección de paisajes culturales como ahora se pretende recoger. En el caso de Córdoba, las dos zonas definidas de valor universal excepcional reúnen una serie de factores que las diferencia de otros paisajes de olivar. La Subbética cordobesa destaca por reunir todas las facetas cronológicas y patrimoniales del patrimonio de la humanidad que se quieren proteger. Se trata de un amplio espacio que cuenta con agrociudades, pueblos y aldeas muy vinculadas al olivar, a lo que se une el gran peso de esta producción en la cultura y economía de la comarca. Además, en este marco se incluyen tres denominaciones de origen (Baena, Priego y Lucena). En el caso del otro espacio cordobés, del Guadalquivir a Sierra Morena, destaca por sus cortijos, caseríos y olivares de montaña extendidos a través de Sierra Morena. La historia y la producción de calidad van unidos.