Más de la mitad de las viviendas turísticas de Córdoba, en concreto, un 55%, se encuentran en situación irregular al no estar inscritas en el Registro de Turismo de Andalucía y el 61% del parque ofertado en el mercado para este tipo de arrendamiento se ubican en el centro. El responsable de la sociedad cooperativa andaluza Espacio Común, Mario Estivill, ofreció ayer, junto al delegado municipal de Turismo del Ayuntamiento, Pedro García, los primeros resultados del estudio encargado por el Instituto Municipal de Turismo (Imtur) para conocer la incidencia de las viviendas con fines turísticos en la ciudad. Durante la presentación de los datos quedó patente que de los 1.871 anuncios activos durante más de un año en una de las plataformas que brinda este tipo de inmuebles (Airbnb), solo 853, es decir, un 45%, corresponden a pisos registrados. El registro permite cuantificar este tipo de alojamientos, ubicarlos y conocer sus características.

Además, 1.150 de esos 1.871 pisos se ubican en el centro -ver gráfico-, donde la presión turística residencial registrada (porcentaje de viviendas anunciadas respecto al parque residencial existente) es del 4,7%. Tras el centro, el ámbito con mayor presión es la Sierra (1,67%), aunque Poniente Sur es el barrio en el que más viviendas turísticas se detectan (201). Dentro del distrito centro, hay cuatro zonas en las que la presión turística residencial es mayor, que son también las que más quejas vecinales acumulan. El entorno de la Mezquita-Catedral, con una presión estimada del 17,13%; San Francisco-Ribera, con el 15,66%; El Salvador y la Compañía, con el 13,02%; y San Pedro son los ámbitos que mayor porcentaje de pisos tienen en relación con el parque inmobiliario existente. En el centro comercial, por ejemplo, la incidencia es menor, solo del 3,48%.

Para tener una idea de si estos porcentajes son elevados o no, y según explicó Estivill, basta comparar con los detectados por la misma empresa en otra ciudad turística, Sevilla. Allí, en el centro, la presión se eleva al 20%. Además, dentro del centro, en el barrio de Santa Cruz alcanza el 40%, es decir, que una de cada 4 viviendas son turísticas. No obstante, indicó que el hecho de que en cuatro barrios de Córdoba supere el 10% «es inquietante».

De las 1.871 viviendas turísticas, 1.456 (un 77%) se alquilan por completo, mientras que el resto, 415, se ofertan por habitaciones. De las registradas, la proporción es de 737 y 116, respectivamente; y de las ubicadas en el centro, es de 940 y 210.

El estudio, que según explicó Pedro García, estará acabado a finales de año o principios del 2019, incluirá los efectos que tendrá una medida que aún no se ha aplicado, aunque exista el compromiso de hacerlo, ya que en septiembre expiró el plazo dado por la Consejería de Turismo para que Airbnb dé de baja a aquellas viviendas que no están inscritas en el registro de la Junta. Estivill piensa que el impacto de esa medida puede ser que disminuya considerablemente el número de inmuebles anunciados o, por el contrario, aumente el de los que optan por la inscripción en el registro andaluz, como está ocurriendo en Málaga.

Airbnb no es la única plataforma con viviendas en Córdoba. Según el estudio, en el mes de septiembre, de los 2.092 inmuebles ofrecidos para el arrendamiento turístico, 1.646 estaban en Airbnb, 410 en HomeAway, y 36 en Only Apartments.

El responsable de Turismo explicó que el estudio encargado en julio pretende ver el «impacto real» de las viviendas con fines turísticos. Sus resultados servirán de base a la Gerencia de Urbanismo para la innovación del Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico que está tramitando. Este estudio servirá también para proponer medidas «de ordenación» concretas.