La familia de la joven Soledad Donoso, cuyo cadáver fue hallado hace 26 años junto al río Guadalquivir, ha pedido que se analicen dos objetos que consideran que pueden aportar información relevante para esclarecer el caso.

El primero de estos objetos es un mechero que se halló en la zona donde se encontró el cuerpo y cuyo análisis se reclamó en el año 2013, pero que no se pudo analizar pues se informó desde el juzgado que no se encontraba entre las pertenencias custodiadas: «Respecto del mechero, si bien es cierto que al folio 98 tomo 1 del sumario se hace constar que junto al cadáver de Soledad fue hallado un mechero, dicho objeto no obra entre las pertenencias y objetos conservados en el momento actual». Ahora, cinco años después y cuando le han sido entregados los restos a la familia, esta ha pedido que dichas pertenencias se mantengan en el juzgado, desde donde al enviar una nueva relación de «piezas de convicción» se indica que se encuentra dicho «mechero rojo». Por ello, el letrado y los peritos de la familia han pedido de nuevo que se analice porque consideran que puede mantener todavía restos epiteliales de las personas que lo usaran, posiblemente la finada y un amigo que fue investigado y detenido en su momento y quedó en libertad, ya que existe la posibilidad de que ambos fumaran juntos.

Asimismo, reclaman desde la familia que también se analice un jersey gris de punto que tampoco fue analizado en su momento, pese a que fue reconocido entonces por el padre de Soledad Donoso y su familia como perteneciente a su hija. Señalan los peritos en el escrito presentado ante el juzgado que «no podemos descartar que en un forcejeo o acto sexual previo, consentido o no, cabellos y otro material genético del agresor pudieran transferirse a dicha prenda».