El Yate, el grupo de residencias de mayores que hoy conocemos, comenzó en 1985 como un restaurante ubicado en Alcolea, en un tramo situado junto a la carretera nacional que unía Madrid con Cádiz. La construcción de la autovía A-4 quitó de un plumazo el tráfico en la zona y la empresa, como explica la presidenta ejecutiva del grupo El Yate, Patrocinio Wals, «tuvo que transformarse».

Así, en 1995 El Yate crea su primera residencia de mayores en Alcolea, un proyecto que se ha extendido a otros lugares y que en la actualidad «se ha convertido en un referente no solo para Córdoba, sino para Andalucía», ya que cuentan con residencias en varios puntos de la provincia, en Córdoba y en Málaga. Hoy la plantilla está formada por más de 300 personas.

Así, indica Patrocinio Wals, «hemos pasado de una empresa familiar a una mucho más profesionalizada» y en su plantilla ahora cuentan con médicos, psicólogos, terapeutas o auxiliares de clínica.

Junto las residencias de mayores, el grupo ha abierto centros de día, pensados «para personas que mantienen cierto nivel de independencia y que pueden volver a su casa por la tarde». Además, ha puesto en marcha una unidad de rehabilitación específica para atender tanto patologías de tipo físico como cognitivo, como ictus o enfermedades neurodegenerativas.

Por otra parte, en la residencia de Alcolea han habilitado recientemente un huerto que, además de nutrir la cocina de las instalaciones, ayuda a los mayores a disfrutar de un entorno natural y del cuidado de los productos que allí crían. Wals subraya que la residencia está muy unida a Alcolea porque «trabajamos mucho» el vínculo de los residentes con su entorno y, por ejemplo, «llevamos a los mayores a disfrutar de la feria o de las actividades en el barrio», a la vez que colaboran con colectivos y vecinos que participan en sus propuestas.