El año 2017 marcó récords históricos en el sector agrario no solo en las exportaciones, sino también por el importante crecimiento de la renta agraria, que llegó al máximo de la serie al alcanzar un valor de 1.234 millones de euros, un 9,5% más que en el 2016. De esta manera, Córdoba se consolida como la cuarta provincia andaluza en la que los agricultores tuvieron mayores ingresos, siendo superada únicamente por Almería (2.322 millones), Jaén (1.611,4) y Sevilla (1.417,6). Estos datos provisionales, que ha publicado ahora la Consejería de Agricultura, se sustentan en una producción final agraria que también ha marcado un nuevo récord al llegar a 1.638,7 millones, un 1,78% más que en el 2016 (la Junta rebajó el valor provisional del 2016 en las macromagnitudes difundidas esta semana). En el valor de la renta agraria se tiene en cuenta el valor añadido bruto, es decir, el dinero que aportan las distintas producciones agroganaderas, que asciende a 1.091,8 millones de euros, a lo que hay que sumar las subvenciones (305,9 millones) y restar las amortizaciones (149,4 millones) y otros impuestos (14,2). Durante el pasado ejercicio, el cultivo del olivar destaca significativamente al aportar 849,1 millones de euros, el 51,8% del total. Aquí se suma la cuantificación del aceite de oliva (528,3) y de la aceituna (320,8). No obstante, mientras que el aceite de oliva creció un 16,7% por los altos precios, en el caso de la aceituna de mesa se redujo un 17%. El delegado provincial de Agricultura, Francisco Zurera, destacó ayer que detrás de este crecimiento se encuentra «un enorme trabajo y esfuerzo». «Hablamos de un sector importante, que es el agroalimentario, que está acompañado por un sector agroindustrial», afirmó. Zurera insistió en la necesidad de incrementar la comercialización, la competitividad y la internacionalización. «Debemos seguir abriendo mercado y apostando por la calidad de los productos», explicó. Para eso, Zurera destacó la importancia de que Córdoba incremente su superficie de regadío. «Necesitamos agua y regadío para seguir siendo competitivos en el sector. Desde la campaña 1986/1987 se ha reducido la dotación en 228 hectómetros cúbicos, que permitirían poner en riego 150.000 hectáreas de olivar», manifestó.