El parque comercial anunciado en la carretera de Palma enfrenta al sector del comercio y a la Gerencia de Urbanismo. Si ese enfrentamiento afloró el mismo día de la presentación de la iniciativa (el 14 de septiembre) por Mitiska Reim en la sede del organismo municipal, ayer quedó más en evidencia en el seno del consejo asesor del comercio, que había sido convocado por el Ayuntamiento con carácter de urgencia tras ser reclamado por Comercio Córdoba. Mientras que el presidente de Urbanismo, Pedro García, se encargó de defender la iniciativa «contra la que no se puede hacer nada», ya que está contemplada en el PGOU del 2001 y tiene licencia de la Junta, el presidente de la federación Comercio Córdoba, Rafael Bados, advirtió de que «pondrá todos los instrumentos a su alcance para evitar la puesta en marcha de esta infraestructura que atenta directamente contra la economía y el empleo». Según las fuentes consultadas, la sesión del consejo asesor de comercio tuvo momentos de tensión, y no solo entre Bados y García, sino también entre este último y el portavoz de Ganemos, Rafael Blázquez, que pusieron en evidencia las diferencias existentes entre ambos.

APROBACIÓN EN EL PLENO/ Blázquez recordó al presidente de Urbanismo el acuerdo de marzo del 2016 para frenar las nuevas superficies comerciales. Por su parte, Bados reprochó a García que no haya respetado «los cauces de participación» establecidos en aquel acuerdo. Hay que recordar que el 15 de marzo el Pleno aprobó por unanimidad que la Gerencia de Urbanismo no debe impulsar nuevas innovaciones urbanísticas, es decir, modificaciones de PGOU, para la creación de centros comerciales. El acuerdo afecta a proyectos futuros y no a los que entonces habían iniciado ya sus trámites, como la innovación para permitir un centro comercial en Rabanales 21, e implica que antes de dar cualquier paso, el Ayuntamiento debe solicitar un informe previo a Comercio Córdoba a través del consejo asesor de comercio. Tras estos reproches García dejó claro que aquella moción se refería a los centros que necesitaran innovaciones urbanísticas, circunstancia que en este caso no se da.

En la sesión Blázquez recordó a García también el compromiso de revisar el PGOU, ya que «no se ha hecho nada, llevamos dos años y medio de retraso». El presidente de Urbanismo respondió que aunque se lleve a cabo la reclamada revisión del PGOU, no se puede eliminar una zona comercial ya existente ni quitar unos derechos adquiridos, que habría que indemnizar. A juicio de Comercio Córdoba, la situación del año 2001 «no tiene nada que ver con la del 2018», por lo que insiste en que la ciudad necesita «una revisión a fondo del PGOU para redimensionar» sus «equipamientos comerciales».

Tanto Comercio Córdoba como la oposición (PP, Ganemos, Ciudadanos y UCOR) censuraron la forma en la que se ha presentado la iniciativa. «A los comerciantes no nos parece correcta la actitud del responsable de Urbanismo», que «con la presentación a bombo y platillo» del proyecto «muestra su desprecio hacia el sector», expresaba Bados en una nota. «Es improcedente» que «promocione» la iniciativa en «una rueda de prensa con fondos de inversión inmobiliarios que se dedican a este tipo de negocios» e «inaceptable que se plantee en el consejo asesor a posteriori», señaló Blázquez. García, por su parte, recriminó a Bados y a Blázquez las «contradicciones» en las que incurren. Por un lado, se mostró sorprendido por la oposición de Comercio Córdoba al proyecto cuando «no hizo ninguna alegación al de Rabanales 21». Por otro, reprochó a Blázquez «contradicciones en movilidad sostenible, ciudad compacta y medio ambiente».