Hubo un tiempo, antes de que la crisis trastocara muchos planes, en el que proliferaron en Córdoba los proyectos comerciales. El plan industrial de la carretera de Palma, en plena urbanización entonces, iba a albergar un parque comercial, denominado Los Patios, promovido por 3C Development en un terreno perteneciente a Firga. Era casi el final de una década dorada en la que se había especulado con la implantación allí de Ikea o de un Factory, en la que Bricodepot pensaba tener una tienda en la zona, y en la que había en marcha otras iniciativas como la de un centro comercial en Chinales promovido por Montealto y otro en Tecnocórdoba impulsado por Duprocom. De todas las iniciativas que se anunciaron por entonces solo prosperaron las que hay en la carretera de Palma y el Hipercor. El resto se quedaron en el camino.

Por eso sorprendió tanto hace poco más de una semana que representantes de la empresa Mitiska Reim y de la Gerencia de Urbanismo anunciaran la futura construcción de un parque comercial en la carretera de Palma que vendrá a completar la manzana de 50.000 metros que ocupa Leroy Merlin. Tras una década, en Córdoba se volvían a hacer planes de nuevos proyectos comerciales (en cartera hay este y el previsto en Rabanales 21). Pero, de nuevo, se ha formado el lío.

Los Patios de Azahara

El parque comercial ha sido bautizado como Los Patios de Azahara, manteniendo así la filosofía del que no llegó a cuajar hace una década. La idea que Mitiska presentó en Urbanismo consiste en edificar sobre 23.000 metros cuadrados dos edificios que tendrán una superficie de venta de 10.308 metros cuadrados. El interior se dividirá en nueve módulos con medidas que van desde los 298 metros a los 3.018, aunque con posibilidad de modificarlas. Hogar, moda, automóvil, mascotas, alimentación y decoración son los sectores en los que la empresa estima que puede haber más demanda y con los que está negociando. La inversión prevista oscila entre 25 y 30 millones y sus previsiones son crear entre 200 y 250 empleos en la fase de la obra y otros tantos después. El horizonte de apertura barajado es el año 2020.

Reacciones en contra

Aunque el presidente de Urbanismo, Pedro García, dejó claro en la presentación que no es un centro comercial, que cuenta con todos los parabienes desde el punto de vista técnico y de licencias por parte de la Junta y que será un complemento a lo que ya hay, no tardaron en llegar las críticas. Ese mismo día, el promotor del centro comercial de Rabanales 21, que ha tenido que esperar tres años para lograr el visto bueno a una innovación de PGOU que se ha encontrado con muchas dificultades, sobre todo por estar en un parque tecnológico, mostraba su indignación y pedía que se le exija lo mismo que a su proyecto. El mismo día también Comercio Córdoba alertaba de que el proyecto atentará contra el comercio de cercanía y recordaba la moratoria aprobada por el Pleno contra la implantación de grandes superficies.

Las críticas siguen

Pero no todo quedó ahí. A lo largo de la semana han continuado las críticas. Comercio Córdoba volvió a insistir mostrando su malestar porque Urbanismo no le había informado previamente del proyecto y porque lo considera una agresión directa al sector. Es más, exigió la convocatoria urgente del consejo asesor de comercio. La federación de asociaciones Al-Zahara también se ha pronunciado en contra, ya que considera que supone un importante revés al comercio tradicional de los barrios. Por ello, reclama a Urbanismo que paralice el proyecto, al menos, hasta valorar su necesidad. Ganemos ha lamentado la «incoherencia» del gobierno local al promover la movilidad sostenible e impulsar un centro comercial en el extrarradio.

Tras las críticas, la alcaldesa, Isabel Ambrosio, ha pedido tranquilidad y ha prometido escuchar a todos, mientras que Pedro García ha defendido la legalidad del proyecto. Su compromiso es que no se darán más pasos en Urbanismo hasta que se reúna con el Consejo del Movimiento Ciudadano, cuyo pleno se pronunció el martes en contra porque el modelo «se aleja de las necesidades de nuestros barrios» y recordó el compromiso político para parar estos establecimientos. El último en opinar ha sido el presidente de CECO, Antonio Díaz, que se ha quejado de que la presentación no ha seguido los cauces habituales y exige que se escuche a los comerciantes. El camino se presenta fácil.