La manzana que hay entre las calles Lineros y Badanas, utilizada durante mucho tiempo como aparcamiento de Bodegas Campos, y la pequeña plaza que da al Paseo de la Ribera, se convertirá en un hotel boutique (un establecimiento con encanto) de 37 habitaciones que será explotado junto a un apartahotel con capacidad para 14 apartamentos que estará ubicado en dos casas que hay frente a la Posada del Potro. La empresa promotora de ambas iniciativas, Nueva Puerta de la Rivera, que pertenece al empresario José Barrena, espera abrir las puertas de este singular hotel en el 2020 y considera que será un establecimiento muy especial, que contribuirá a la regeneración urbanística del entorno, ya que permitirá el paso desde Badanas a la Ribera, que ahora está cerrado, mediante una nueva calle, y acondicionar la plaza.

Para su puesta en funcionamiento aún quedan trámites ya que el último consejo rector de la Gerencia de Urbanismo aprobó de manera inicial el estudio de detalle, por lo que falta el visto bueno provisional y definitivo, los proyectos de reparcelación y urbanización (cuya tramitación se simultaneará con el estudio de detalle), y la solicitud de licencia. La idea de la empresa es iniciar las obras de esta iniciativa, en la que trabaja el arquitecto Rafael Castelló, el año que viene. En cuanto a la parte de apartahotel, la empresa está a la espera de licencia para su rehabilitación.

La iniciativa echó a andar hace tres años. A través de ella, la empresa cederá unos 200 metros cuadrados de terreno para ampliar la plaza, que también urbanizará. Además, y según el promotor, se «permeabiliza la plaza con la calle Badanas, configurándose otra conexión con el casco y mejorando la trama urbana».

La entrada principal del hotel estará en la plaza que se acondicionará, mientras que por la calle Lineros se accederá a un pequeño aparcamiento con capacidad para veinte vehículos. El edificio tendrá dos plantas (baja más una) y contribuirá a mejorar la imagen urbana al tapar las medianeras actuales. El hotel boutique tendrá una superficie de 1.700 metros cuadrados, a los que se suman los 900 del apartahotel, y destacará por su gran patio, que reflejará la arquitectura cordobesa y se convertirá en un pulmón importante en la zona, según explica la empresa, que prevé invertir entre el hotel y el apartahotel 4 millones de euros sin contar con el coste del suelo.