La barbacana hallada durante las obras del carril bici que lleva a cabo la Junta en la ronda del Marrubial está «bastante bien conservada» e incluso muestra «el arranque de una saetera», por lo que tiene un interés patrimonial «enorme», según explica Urbanismo, que asegura que este organismo municipal y Cultura están valorando la importancia del hallazgo y proponen su puesta en valor. Como adelantó ayer este periódico, los restos arqueológicos de parte de la barbacana de la muralla afloraron la semana pasada y se encuentran a cota del proyecto de urbanización.

El descubrimiento se ha producido durante la actividad arqueológica preventiva que el arqueólogo de la obra lleva a cabo junto a la muralla, donde, además del carril bici, irá un espacio peatonal, y de la que hace seguimiento el servicio de Arqueología de Urbanismo. Según indica Urbanismo, los restos, que pertenecen al sistema de fortificación de la Axerquía, fueron hallados en paralelo al lienzo primero de la muralla, entre las torres primera y segunda. Los vestigios de la barbacana están separados 3,70 metros del paramento externo de la muralla. Los restos hallados entre la torres primera y segunda muestran «una cimentación y un zócalo de sillarejo sobre el que se levanta una fábrica de tapial de una vara de anchura», es decir, de unos 0,83 metros.

La aparición de la barbacana, muro defensivo que se anteponía a una fortificación para protegerla, no ha sido un imprevisto, ya que restos de la misma ya habían sido documentados en varios puntos del tramo de muralla conservado en el Marrubial en varios sondeos de las excavaciones realizadas con motivo de la restauración que va a acometer Urbanismo, y de la que ha llevado a cabo una primera fase. La segunda fase está en el servicio de contratación tramitándose.

Tras el descubrimiento, y según señala Urbanismo, el primer paso ha sido «garantizar la protección y conservación de los vestigios de la muralla», que, además, es Bien de Interés Cultural (BIC). Urbanismo recuerda que la normativa establece la «conservación integral y puesta en valor de cualquier vestigio correspondiente a las fortificaciones históricas de la ciudad».

El organismo municipal añade que la siguiente tarea es «analizar las posibilidades de proceder a la puesta en valor del tramo de barbacana exhumado entre las torres primera y segunda, dado el alto y positivo impacto que la misma tendría para la comprensión, por parte de la ciudadanía, de la disposición y conformación originaria de este sector de las defensas medievales de la ciudad», que, además, «se encuentran muy alteradas desde la implantación de la ronda del Marrubial a partir de finales del siglo XIX». En este sentido, asegura que esta circunstancia «se va a tener en cuenta en la actuación que desarrolla la Junta» y «en las posteriores que realice la Gerencia Municipal de Urbanismo».

La barbacana, al igual que la muralla visible del Marrubial, es de fase bajomedieval y está datada en la segunda mitad del siglo XIV. No obstante, Urbanismo explica que en las excavaciones se ha comprobado que la muralla almohade -segunda mitad del siglo XII- también tuvo barbacana y entre ambas había un foso «que aprovechaba el trazado de un antiguo arroyo y que hoy se encuentra bajo la calzada de la ronda del Marrubial». La barbacana pervive, aunque muy restaurada, en el lienzo de muralla de la Puerta de Sevilla y en la Puerta de Almodóvar, que contaban con foso.