Izquierda Unida trabaja ya en la confluencia en Córdoba capital, pero lo hace sin líneas rojas y con «toda la generosidad» posible. La coordinadora local, María Liñán, ofreció ayer una rueda de prensa para expresar su convicción de que la confluencia no será solo «una marca electoral» sino una «que ha venido a quedarse», porque es «la alternativa política que necesita esta ciudad». El proceso para aglutinar a todo lo que hay «a la izquierda de PSOE» ya ha empezado a gestarse en Córdoba (después de que Podemos e IU cerraran el domingo un acuerdo a nivel regional) y, para el consejo local de IU, las sensaciones que hay son «muy buenas» e «ilusionantes». En este sentido, negó que algunos quieran penalizar a IU en Córdoba por gobernar con el PSOE y defendió que en el Ayuntamiento se estén haciendo «políticas de cambio». Liñán informó de que su formación ya ha iniciado contactos con Podemos, Equo, Ganemos, Córdoba Solidaria y los sindicatos, y tiene previsto hacerlo en breve con Prometeo o el Frente Cívico.

Liñán considera que IU puede aportar su propia experiencia de confluencia y que el proceso debe ser una construcción «colectiva, horizontal, radicalmente democrática, barrio a barrio y desde abajo». Además, defendió que las personas que formen parte de ella sean elegidas por primarias en un sistema «democrático, transparente y limpio».

Precisamente, Liñán hizo referencia del paso dado por Pedro García, coordinador provincial de IU, al brindarse, si su formación se lo pide, como candidato de la confluencia: «Se tendrá que someter al proceso de primarias que entre todos elijamos», matizó Liñán, al tiempo que admitió que puede haber «otras personas» que también estén pensando en dar ese paso. En cualquier caso, según la coordinadora local, los candidatos no se conocerán hasta después del verano y es una cuestión que aún no se ha debatido. De hecho, dijo, el candidato podría ser también «una persona de referencia social en Córdoba».

Por otra parte, restó importancia a la opinión vertida por Rafael Blázquez sobre que García no podría ser candidato a la confluencia por incumplir el código ético de Ganemos (que impide repetir en el mismo cargo 8 años), y dijo que el código que se aplique será el que elijan entre todos, no el que diga Blázquez.

Pedro García, por su parte, indicó ayer que la cuestión de si será él o no el candidato de IU es algo que deberá ver la organización y que eso se hablará «cuando toque».