Empleados del notario Carlos Alburquerque, ya jubilado, acusado de un delito continuado de apropiación indebida tras supuestamente apropiarse de 373.484 euros de unas 126 operaciones con clientes entre 2005 y 2015, declararon ayer ante los jueces que «nunca» recibieron órdenes ni instrucciones del procesado para inflar provisiones de fondo, ni sobre los cálculos de las mismas. Durante la segunda sesión del juicio en la Sección Tercera de la Audiencia de Córdoba, uno de los empleados manifestó que el notario no realizaba facturas, ni el cálculo de las provisiones, a lo que añadió que no había práctica habitual de impagos, dándose en el 1% de los casos, y que su mujer tampoco daba órdenes a tal efecto. Mientras, otra empleada explicó que controlaba las provisiones de fondo, pero desconoce que se hicieran a una cuenta de una sociedad del procesado. Y otro trabajador negó que se modificara el programa de cálculo de provisiones de fondo.

Al respecto, Carlos Alburquerque reconoció los hechos el lunes ante los magistrados, se declaró «responsable del delito de apropiación indebida» y eximió a su esposa de toda responsabilidad.