Los responsables científicos del proyecto de investigación de las fosas en los cementerios de San Rafael y La Salud son «optimistas» tras concluir la primera fase de su estudio y confían en que los trabajos posteriores arrojen resultados positivos. El coordinador de estos trabajos. Juan Manuel Guijo, fue extremadamente cauteloso con estos primeros resultados e indicó a este periódico que no se harán públicos hasta que no los conozcan de primera mano los afectados y la plataforma de víctimas del franquismo Dejadnos Llorar, algo que ocurrirá, según parece, en breve. La Dirección General de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía ha autorizado este proyecto a petición de Dejadnos Llorar.

Estos trabajos, que han llevado a cabo un equipo de seis arqueólogos, forenses, historiadores y documentalistas, se iniciaron a mediados del mes de febrero. La investigación documental ha incluido, de momento, actuaciones para la indagación, localización y delimitación de las fosas ubicadas en ambos cementerios cordobeses. Los documentos históricos cifran en 4.000 las víctimas enterradas en fosas comunes en la capital cordobesa, pero al inicio de esta investigación no se descartaba que dicha cifra pudiese llegar al millar.

Según la memoria del proyecto, la localización de las fosas debe sustentarse en indicios y pruebas, «dado que nos encontramos ante presuntos contextos criminales» y «nunca deberían ser una molestia dado que se trata de una labor pericial pero sujeta a los mandatos de la ciencia». Posteriormente, si estos trabajos arrojasen resultados positivos se llevarían a cabo las correspondientes exhumaciones e identificaciones genéticas, si procediera, de los restos hallados en las fosas.

El responsable del equipo científico, Juan Manuel Guijo, explica que el trabajo de documentación se ha llevado a cabo en coordinación con el Archivo Municipal y el Archivo Histórico, al tiempo que agradeció la colaboración de ambas instituciones y sus responsables. Este parte del estudio se ha centrado en los libros de cementerios, libros de gastos del Ayuntamiento (para vez los posibles gastos en obras en las fosas) o acuerdos plenarios relevantes. Asimismo se ha consultado el Archivo Histórico Militar de la Segunda Región para saber cuántos cordobeses fueron asesinados en consejos de guerra y si existen referencias topográficas de esas muertes.

Además, para la localización de las fosas se ha recurrido a documentación gráfica histórica, como las fotografías áreas de los conocidos vuelos americanos (serie a y b, correspondientes a 1945 y 1956) o la cartografía del Instituto Geográfico Nacional y del Instituto Cartográfico de Andalucía. Además se ha tenido en cuenta la planimetría histórica de ambos cementerios y de las obras llevadas a cabo en ellos. Una vez analizada y organizada toda esta documentación se pasará a una mueva fase de localización de las fosas comunes con prospecciones geofísicas y sondeos arqueológicos, y posteriormente, si procede, a las exhumaciones.

El equipo investigador ha estado formado por Juan Manuel Guijo, que ha asumido las labores de coordinación entre el equipo técnico, los familiares y las instituciones, y Julio Guijarro, Jesús Román, Elena Vera, Fernando Sígler y Ángel García, que han llevado a cabo una dirección colegiada y han sido los responsables de la investigación documental.