Familias de fuera de Córdoba, que tienen a sus hijos ingresados en la UCI pediátrica del hospital Reina Sofía, resaltan que reciben un trato «excepcional» de los profesionales del centro (de los médicos y de las demás categorías). Sin embargo, estas familias piden contar con más espacio para descansar y más intimidad, pues algunos tienen que pasar semanas o incluso meses en el hospital junto a sus niños por la complejidad de sus patologías y no tienen la facilidad del que vive en Córdoba para ir y venir a su hogar. Para estas familias sería positivo contar en el Reina Sofía con un espacio parecido al hotel de madres que atiende a progenitoras de recién nacidos, para que descansen las mamás de niños más mayores de fuera de Córdoba que están ingresados en la UCI pediátrica.

Al ser el Reina Sofía centro de referencia andaluz para el abordaje de cardiopatías congénitas; para varios tipos de trasplante; para corazón artificial y para cirugías complejas, cada vez atiende a más enfermos de fuera de la provincia, no solo de Andalucía, sino también de España. Eso implica que las familias de esos pacientes se ven obligadas a dejar sus casas e incluso trabajos para instalarse en Córdoba y que muchas veces no les quede otra opción que pasar las 24 horas del día en el hospital, porque en ocasiones no pueden asumir el pago del alquiler de un piso o no encuentran qué arrendar si solo lo necesitan para un mes o unas semanas.

La marbellí Sara Rodrigues lleva 67 días en el Reina Sofía, que se ha convertido en su segunda casa. Es el tiempo que ha pasado desde que su hijo (que ahora tiene 5 meses) llegó a Córdoba porque necesitaba un trasplante de corazón y hasta que llegó el esperado injerto, del que ahora se recupera.

«He tenido suerte porque conocí a una vecina de Posadas, que estaba en la UCI pediátrica porque tiene acogido a un menor, y al escucharme que no tenía dónde alojarme me dejó un piso que tiene en Córdoba. Le estoy muy agradecida. En la sala de familiares de la UCI de niños solo hay 12 sillones de descanso (uno por paciente), pero por cada menor normalmente hay un papá y una mamá, por lo que debería haber 24 sillones. Luego solo existe un aseo y un plato de ducha para todos. Las familias que tenemos a nuestros hijos ingresados en la UCI pasamos momentos difíciles. Por eso, estimamos que haría falta más espacio para ganar intimidad y descansar, para así estar fuertes física y mentalmente», expone Sara. El Reina Sofía reconoce esta necesidad, pero señala que hasta que no se construyan las nuevas consultas materno infantiles no se podrá liberar espacio en el Materno Infantil, por lo que agradece la labor que hacen las asociaciones de pacientes facilitando pisos de acogida para las familias de enfermos con prolongados ingresos.

Sara comparte muchas horas en la UCI pediátrica con otras familias, como la de otra madre malagueña, que lleva más de 200 días junto a su hija, de 2 años, que necesita un trasplante de corazón. Esta madre, por mediación de las trabajadoras sociales del Reina Sofía, se aloja en un piso que en el parque Cruz Conde tiene la asociación Aethec, de trasplantados hepáticos de Cádiz. La asociación regional A Pleno Pulmón, con sede en Córdoba, también cuenta con un piso de acogida en la capital cordobesa para trasplantados y familiares de toda la comunidad, pero suele estar ocupado por los propios pacientes pulmonares, que afrontan una larga recuperación.

La asociación de trasplantados hepáticos de Córdoba tuvo un piso, pero ya no está en uso, y la de corazón también tuvo otro piso, aunque tampoco pudo seguir afrontando su gasto, porque las cuotas de los socios no daban para ello, indica su presidenta, Victoria Garrido. La asociación de trasplantados de corazón, de ámbito regional, lleva tiempo solicitando al Ayuntamiento de Córdoba que le ceda un local cerca del Reina Sofía, «sede que podríamos destinar a apoyar a pacientes con dolencias graves del corazón o a trasplantados cardiacos y a sus familiares, para que tengan un lugar donde recibir apoyo y recuperarse del cansancio que supone estar tanto tiempo junto a un familiar ingresado, añade Garrido.

Manutención gratuita

«A través de la asociación andaluza Corazón y Vida, que ayuda a pacientes con cardiopatías, hemos logrado que el Reina Sofía nos esté facilitando desde hace unos días desayuno, comida y cena a madres que como yo tenemos a nuestros hijos en la UCI. En mi caso particular, he venido gastando solo en almorzar 5.90 euros diarios en el menú de la cafetería del Reina Sofía, más un euro de una botella de agua (un total de más de 700 euros en dos meses). He tenido que dejar temporalmente mi trabajo, pues desde que en enero le diagnosticaron a mi hijo una grave cardiopatía ya no he vuelto a mi casa en Marbella. En la UCI de Málaga, de donde nos derivaron a Córdoba, sí me daban la comida. En las UCI pediátricas de todos los hospitales debería existir esta prestación gratuita», resalta Sara.