La consejera de Educación, Sonia Gaya, aseguró ayer en el seno de la comisión de Educación del Parlamento andaluz, en respuesta a una pregunta del portavoz del grupo popular, Miguel Ángel Torrico, que la Delegación de Educación y el Ayuntamiento de Córdoba están trabajando «sobre cómo abordar medidas que permitan evitar los actos de vandalismo que se producen en el entorno del colegio público La Aduana, con el fin de que aquello no sea lugar de encuentro de botellones y cosas raras».

Torrico trasladó a la consejera la preocupación por la seguridad de este centro público, «que data de 1959 y que es todo un emblema de la ciudad», según manifestó, tras el reciente «derrumbe de parte del techo del comedor», solicitando información también sobre las «deficiencias detectadas en materia de seguridad y accesibilidad del colegio».

La consejera informó de que el desprendimiento del falso techo, que provocó la caída de abundante agua de lluvia en el interior del edificio el pasado 5 de marzo, ya se ha arreglado. «Esa misma mañana, el personal técnico de la Agencia y el Ayuntamiento acudieron para comprobar lo ocurrido y se adoptaron medidas inmediatas para solucionarlo», comentó, señalando que «el problema ya está solucionado». Torrico aludió entonces a otro tipo de deficiencias como «ventanales con cristales caídos, hueco de ascensor vacío... que afectan a la seguridad de los más de 500 alumnos que cursan estudios en este centro». La consejera contestó que «el problema del centro son los espacios aledaños a los de uso educativo, en los que se registran actos de vandalismo». Para dar respuesta a esta realidad, detectada por la Consejería de Educación, Sonia Gaya aseguró que «se tomarán medidas para garantizar la seguridad y el mantenimiento del espacio educativo».