Esta joven marroquí recaló en Córdoba hace dos años, donde vive en un piso de acogida de la Cruz Roja con su hijo pequeño. Con esta ayuda, y a través de una trabajadora social de esta ONG, Aziza accedió a este curso, a través del cual confía en poder encontrar un puesto de trabajo. Al igual que sus compañeros, señala que una de las cuestiones más importantes que le está aportando este curso, por encima de los conocimientos de cocina, es «la motivación personal, aprender que puedo salir adelante y saber trabajar en equipo». Como todos los participantes, esta joven, a la que también le gustaría poder terminar la ESO, confía en que este programa le abra las puertas a una vida mejor.