Después de un inicio «flojo o muy flojo» de la Semana Santa, que arroja una media de en torno al 76%, se acercan los días grandes, el largo puente festivo, en el que la ocupación hotelera alcanzará el 90%, según coincidieron ayer los presidentes de Hostetur y Aehcor, Fran de la Torre y Manuel Fragero, respectivamente. Un porcentaje que aún puede sufrir alguna variación en función de la meteorología de los próximos días. Pese a la previsión halagüeña de lo que queda de Semana Santa, los hosteleros hacen un análisis crítico de la situación, que se ha visto afectada directamente por las lluvias del primer fin de semana.

Según el presidente de la Asociación de Turismo, Ocio y Cultura de Córdoba (Asento), Pedro Pablo Fernández, «la Semana Santa se ha pasado a ser un punto alto de mira para el sector dentro de una dinámica general buena y, sin embargo, este año podemos decir que se ha convertido en una tabla de salvación tras dos meses, enero y febrero, de subsistencia». Asegura que «el turismo tiene un andamiaje muy débil» en Córdoba y que «cualquier variable social, meteorológica... hace que todo se desestabilice». Eso es lo que parece haber ocurrido en este 2018, en el que las cifras de viajeros y de pernoctaciones revelan ya una caída importante respecto al 2017.

En opinión de Fernández, «falta planificación a largo plazo y falta una gestión turística clara y eficiente». Dicho en otras palabras, «no hay una programación clave ni sabemos dónde queremos venderlo y prueba de ello fue que Córdoba fue a Fitur sin tener aún la programación turística completa». Para Asento, igual que para Aehcor, «se está trabajando a salto de mata, parcheando, cuando lo que hace falta es más promoción y más gestión». En este sentido, critican el papel que hasta ahora está teniendo el Instituto Municipal de Turismo (Imtur), que «debía haber asumido esa tarea y ha sido una pompa de jabón». Las asociaciones siguen exigiendo más control de las viviendas turísticas, que ejercen una competencia «fuera de control», lo que impide «conocer la oferta real».

En cuanto a la Semana Santa, las opiniones son variadas. Mientras Fragero considera que «la Semana Santa de Córdoba está espectacular, es la mejor del mundo», pero considera que «el problema es que no la conoce nadie», Fernández pone el acento en la «privatización del espacio del casco histórico» y considera que puede tener un impacto negativo para el turismo. «El casco histórico en este momento es una carrera de obstáculos para los visitantes y aunque la Semana Santa atrae turistas, blindar el acceso con palcos puede generar frustración, ya que no solo no ven las procesiones sino que no pueden disfrutar del casco histórico de la ciudad». Para Asento, «hay que socializar la Semana Santa» y «repensar el modelo», ya que «si existe una controversia tan grande significa que no se ha conseguido el consenso y hay que revisar cómo se hace».

En España, la ocupación prevista para Semana Santa es del 79,1%, según los datos elaborados por la encuesta de Ocupación Turística Ocupatur de Turespaña. Este porcentaje es ligeramente inferior a la previsión del 79,6% del año pasado, un año en el que la Semana Santa tuvo lugar a mediados de abril. Mientras caen las reservas en alojamientos hoteleros, aumenta la ocupación en los alojamientos de esquí y en casas rurales. Canarias lidera el ránking, seguido por el País Vasco, La Rioja, Extremadura y, en quinto lugar, Andalucía (84%).