La Subdelegación del Gobierno en Córdoba confirmó ayer que Tomás González Villa solicitó el cese de su cargo como jefe de la Unidad de Carreteras del Ministerio de Fomento hace «unas tres semanas», días antes de que la Audiencia Nacional dictara un auto en el que lo señala como investigado (imputado) dentro de la operación Madeja o Fitonovo, en la que se investiga a dicha empresa por la creación de una red destinada a obtener contratos públicos irregulares a través de sobornos a funcionarios públicos.

El auto del juez, al que ha tenido acceso este periódico, relata una serie de hechos detectados tras el análisis de las cuentas bancarias de Tomás González entre los años 2002 y 2013 en la que «habrían aflorado cantidades de efectivo por un total de 293.035 euros» y «numerosísimos ingresos que guardan consonancia con salidas de efectivo de la caja B de Fitonovo SL y que habrían ido a parar a los responsables de las sociedades Imesapi y Señalizaciones Villar SA, contratistas a su vez con el Ministerio de fomento».

Llama la atención que si bien no llama como investigada a la cónyuge de González, Amelia Finch Ramos, su nombre figura en el auto, indicando una serie de operaciones en efectivo realizadas por ambos y que los ingresos de Finch Ramos provienen entre 2002 y 2013 de sociedades que tendrían adjudicados contratos con el Ministerio de Fomento sobre los que su marido «tendría un gran poder de decisión».

El juez José de la Mata, magistrado del Juzgado central de Instrucción Número 5 de la Audiencia Nacional, cita para declarar en calidad de persona investigada a Tomás González Villa el próximo 3 de abril por hechos que pueden constituir delitos de prevaricación, cohecho, fraude a las administraciones públicas, falsedad en documento mercantil y blanqueo de capitales.

Cabe recordar que Enrique José Finch Ramos, ex alto directivo de Adif en Córdoba ya fue detenido en noviembre del 2014 en el marco de esta operación Madeja acusado de cobrar mordidas millonarias.