En el polígono de Las Quemadas «hace falta una conexión con la autovía». Eso es lo que reclama el presidente de la asociación de empresarios de la zona, José Antonio Piedra, que augura más problemas de tráfico que los que hay con el desarrollo de Rabanales 21, el aumento de población en la periferia que traerá el cercanías o la futura ITV. Si ahora la zona «es una ratonera», lo será más aún cuando aumente el tráfico con las nuevos proyectos que se avecinan, entre ellos, el centro comercial. Piedra explica que el nudo ya está hecho pero falta la conexión del polígono con el mismo. A esto se suma la necesidad de la conversión en vía urbana, con carril bici y acerado para caminar, del tramo de N-IV que va de la glorieta de Louviere al campus de Rabanales; y de mejoras en el transporte público, que debe tener más paradas. Aunque el transporte público llega al polígono, «como es testimonial, la gente no puede confiarse».