El barrio de Fray Albino necesita un arreglo definitivo. La empresa municipal Vimcorsa sabe que tarde o temprano el Ayuntamiento tendrá que tomar medidas en este barrio construido a mitad del siglo pasado, cuyas viviendas tienen problemas desde hace tiempo. Vimcorsa cree que la mejor opción es tirar y reconstruir Fray Albino por partes y a largo plazo para acabar con las grietas que reaparecen en las casas y son ya un mal crónico.

La gota que ha colmado el vaso ha sido el desalojo que se produjo el viernes de una mujer que vive en la calle Creta 19 por el riesgo de derrumbe de su casa. Tras este suceso, el presidente de Vimcorsa, Rafael Ibáñez, considera que lo mejor es «tirar y construir las viviendas con una cimentación especial acorde al suelo», ya que «todo lo que no sea eso es tirar el dinero». A su juicio, el problema que sufre Fray Albino «será cíclico mientras no se actúe de raíz», ya que el terreno está formado por «arcillas expansivas y las casas tienen una inadecuada cimentación». Ibáñez explica que ya ha propuesto a los representantes vecinales abrir en el marco del plan municipal de vivienda que elabora Vimcorsa «un proceso de debate a fondo sobre las opciones de regeneración urbana». Ibáñez quiere que en este mandato, si no se despeja el escenario de financiación, al menos se defina «qué hay que hacer».

La idea de Vimcorsa es elaborar de forma urgente un censo de viviendas desocupadas y de solares y ver por dónde empezar a intervenir. Tras las fiestas, Ibáñez se reunirá con el consejo de distrito Sur para empezar a trabajar. Ibáñez explica que esa regeneración urbana implica «reordenar el espacio público y realizar otro diseño de viviendas que ganen en altura», es decir, levantar bloques en vez de casas, posibilidad que estudiarán. En cualquier caso, es partidario de hacer «una reflexión seria» para ver cómo llevar a cabo el cambio para «sustituir unos inmuebles por otros», cómo «ordenar el espacio público», y «qué barrio del siglo XXI se diseña». «La regeneración pasa por hacer un barrio nuevo», afirma, pero manteniendo el «carácter popular» del mismo y «sin sustituir a la población». Admite que el reto será la financiación, en la que deben participar «las tres administraciones», y avisa de que este tipo de procesos son «lentos» y hay que «fasearlos».

Vecinos/ El presidente del consejo de distrito Sur, Antonio de la Rosa, piensa que hace falta «un plan integral, el compromiso de todas las administraciones» para sufragarlo y «construir un parque nuevo de viviendas, ya que los vecinos solos no pueden». De la Rosa explica que el terreno está formado por «arcillas expansivas, que, con el calor y el frío, se dilatan y se contraen, y esos movimientos provocan grietas». A esto se une que «las acometidas de agua que van de las casas a la red general están viejas» y con los movimientos «se parten, el agua se filtra y se producen socavones en la calzada y en los bajos de las casas». Por ello, indica, cuando se arregla una calle, se da la opción a los vecinos de arreglar antes las tuberías «con ayudas de Servicios Sociales y con el fraccionamiento de pago que permite Emacsa». Pronto empezarán las obras en Ciudad de Montilla y se le ha dado esa opción a los vecinos.

El presidente de la asociación de vecinos Puente Romano, Juan Moreno, propone también un plan integral, ya que piensa que «lo que no sea tirar es parchear», pero «eso vale mucho dinero». A su juicio, una buena idea es negociar con los vecinos y unir varias casas para lograr solares grandes, que sean atractivos para las constructuras, para levantar bloques en los que puedan residir después. Moreno opina que el dinero invertido hasta ahora ha sido «pan para hoy y hambre para mañana». Como ejemplo de lo que está sucediendo en el barrio pone la calle Yosuf, recién arreglada y con dos casas (la 44 y 46) con las «acometidas rotas», por lo que «las aguas fecales salen por el baño y por el patio», hecho que ha denunciado a Servicios Sociales, Emacsa e Infraestructuras, ya que las familias viven en «situación de infravivienda», sin lograr una solución.