Los tenientes de alcalde de Urbanismo y Hacienda del Ayuntamiento de Córdoba, Pedro García y Alba Doblas, respectivamente, reclamaron ayer a la Junta de Andalucía que retome el plan integral de rehabilitación de la Axerquía Norte, que tenía como finalidad la recuperación tanto de viviendas como de espacios públicos de la citada zona. Según explicó García, el plan se remonta al año 2006, cuando se llegó a un acuerdo entre la Junta, el Ayuntamiento y algunos particulares para llevar a cabo dicha rehabilitación. Sin embargo, incide el responsable municipal de Urbanismo, en estos once años desde que se firmó el acuerdo, la Junta de Andalucía apenas ha invertido un 30% del presupuesto estimado, que rondaba los 73 millones, siendo el de Córdoba el único plan que no se ejecutó en Andalucía. «De las decenas de áreas que la Junta de Andalucía puso en rehabilitación en su momento, la que menos se ha ejecutado ha sido la de Córdoba», algo que, según indicó, viene siendo habitual en la relación entre el Gobierno andaluz y la ciudad de Córdoba. Se quejó Pedro García de que «la Junta de Andalucía viene invirtiendo muy poco en los objetivos que se propone para la ciudad de Córdoba».

Alba Doblas, por su parte, explicó que incluso la Junta intentó años más tarde (en 2016) dejar sin efecto el acuerdo, pero finalmente rehusó de hacerlo y atendió las alegaciones presentadas por el Ayuntamiento que se justificaban en el empeoramiento experimentado en la zona objeto de las actuaciones, para que se continuara con el plan, aunque, matiza Pedro García que «por la vía de los hechos sí que ha dejado sin efecto el acuerdo».

La concejala insistió en esta idea, ya que pese al acuerdo de mantener el proyecto activo, aún no se ha vuelto a poner en marcha ni se ha recibido respuesta a una carta enviada en abril del año pasado para recuperar las conversaciones. Por ello, indica Doblas, se van a volver a dirigir a la Consejería de Fomento para que se reactive la iniciativa, que entronca, según los concejales, con el plan que tiene el equipo de gobierno local de recuperar el casco antiguo para la habitabilidad y combatir la proliferación excesiva de negocios turísticos y el despoblamiento, con la intención de combatir el fenómeno cada vez más extendido de la gentrificación.

De los 73 millones que contemplaba el plan, estaba previsto que se destinaran 20 a la rehabilitación de vivienda y otros 20 para equipamientos, además de otras iniciativas.