El juzgado de Violencia sobre la Mujer de Córdoba tramita más del 50% de las denuncias en menos de 15 días, según Fátima Ortiz, magistrada-juez de dicho juzgado, que pese a la rapidez y eficacia con la que funciona ha defendido la necesidad de contar en Córdoba con un segundo juzgado de instrucción en la provincia «en base no solo al número de asuntos que registran al año sino a la materia especialmente sensible que se aborda y que requiere escuchar muy bien a las partes para determinar lo acontecido». La jueza ha señalado que en lo que va de año, el juzgado ha celebrado 456 juicios rápidos por lo penal, 58 por delitos leves y ha realizado 608 procedimientos de diligencias previas. Cabe recordar que para que se opte por un juicio rápido es necesario que cuando se pone la denuncia la Policía cuente ya con todas las pruebas, sin necesidad de realizar muchas diligencias y que en torno al 80% de los juicios que se celebran son por agresiones leves, insultos o amenazas. Esto significa que, si no hay acuerdo entre las partes y se celebra juicio penal, lo habitual es que sea antes de 15 días.

Según Ortiz, que lleva en el cargo desde abril del 2009, «se ha notado un ligero incremento en el número de procedimientos penales que entran anualmente en el juzgado de Violencia sobre la Mujer», la mayoría de los cuales llegan a través de atestados policiales. La jueza considera que no existe un perfil determinado de víctima de violencia de género, puesto que reciben denuncias de mujeres de todas las edades, si bien entre los jóvenes están cada vez más presentes comportamientos ligados al uso de nuevas tecnologías y mensajería instantánea para realizar insultos, amenazas o acoso. Aunque no pudo dar cifras concretas, sí destaca que sigue existiendo un porcentaje de mujeres que, tras denunciar, cambian de opinión y se acogen al derecho de no declarar, algo que en muchos casos, cuando la única prueba es la declaración de la víctima, obliga a archivar la denuncia sin que llegue a juzgarse lo ocurrido.

Sobre el debate abierto en torno al juicio de La Manada, Ortiz no quiso pronunciarse más allá de confiar en «la profesionalidad de los jueces y en la justicia española».