El gobierno local forzó ayer la convocatoria de un pleno extraordinario, que tendrá lugar el viernes próximo, para garantizar que los presupuestos municipales estén aprobados de manera definitiva el 31 de diciembre, algo que, por otro lado, nunca había ocurrido con tanta premura en la etapa democrática. La teniente alcalde de Hacienda, Alba Doblas, agradeció «la colaboración» de todos los grupos municipales ante este «precipitado» pleno, pero «no podemos perder ni un día hábil si queremos tener los presupuestos el 1 de enero de 2018».

Doblas explicó que el expediente que llegará al pleno tiene solo «ligerísimas modificaciones» respecto al anteproyecto (fichas incorporadas para perfilar el acuerdo a tres, apunta) y recordó que tras la aprobación inicial se abrirá el periodo de alegaciones en el que la oposición podrá incorporar sus propuestas, así como las realizadas por el Consejo Social o el Consejo del Movimiento Ciudadano (CMC). En cuanto a las líneas generales del presupuesto, Doblas resaltó «su carácter social» y su apuesta «por el mantenimiento de los servicios públicos».

DICTAMEN DEL CMC

Por otra parte, el CMC, cuyo dictamen es preceptivo aunque no vinculante, como en el caso del Consejo

Social, aprobó anoche su informe sobre el proyecto de presupuestos 2018 con cinco puntos favorables y 15 reticencias al mismo. En la parte favorable de la balanza, el CMC destaca «la extensa información presentada» este año, así como «la proyección social del presupuesto», dice el documento, aunque echa de menos más participación ciudadana o inversiones en proyectos como el Plan Integral de Palmeras. También «se reconoce el esfuerzo por el mantenimiento de la empresa y el empleo público» y que por fin se acometan «proyectos de ciudad largamente demandados como el parque de Levante, las instalaciones deportivas sobre el antiguo Pabellón de la Juventud y San Eulogio, la Normal de Magisterio, el yacimiento de Cercadillas o el Cercanías». Además, también «se acepta como necesario evitar problemas legales mediante el cumplimiento, al menos de forma inicial, del principio de estabilidad presupuestaria».

Eso sí, los puntos negativos del dictamen del CMC, al menos en número, triplican a los positivos, entre ellos, que Aucorsa no desarrolle el Plan de Movilidad Sostenible ni aumente su servicio en la periferia, y que no figuren partidas en Emacsa «para asegurar la posibilidad de dotar de agua a las parcelaciones». Más plantilla de personal porque «no asegura el buen funcionamiento de los servicios, el centro cívico Noroeste y de Cerro Muriano, seguir con el plan de rehabilitación de viviendas-patios, poner en valor el antiguo cine Andalucía y Regina e iniciar la Casa de las Córdobas son otros de los proyectos demandados pero sin reflejo en las cuentas del 2018.