Tomás Navarro es enfermero y su relación con la sanidad pública cordobesa no queda ahí pues hace 12 años que recibió un doble trasplante, de riñón y páncreas. Este vecino de Castro del Río, de 47 años, sufría una insuficiencia renal desde 1988 y dos años después ya era diabético. «No necesité diálisis, ya que cuando me empezó a fallar el riñón surgió el trasplante», relató Navarro. Tomás estuvo ayer respaldando la mesa informativa que la asociación Alcer, de trasplantados renales, instaló en la plaza de las Tendillas, además de en el Reina Sofía por la 15 Semana del Donante. Junto a Navarro estuvo Juan Gañán, de 66 años, que fue trasplantado de riñón en el 2006, después de 18 meses entre prediálisis y diálisis. «Me encuentro muy bien, hago deporte, practico senderismo. Cuando empecé a enfermar ya estaba prejubilado, pues soy policía nacional y había sufrido un accidente. Agradezco mil veces al que me donó el riñón y animo a todos los cordobeses a que se hagan donantes de órganos», recalcó.