Científicos, olivareros y representantes de organizaciones agrarias pudieron conocer ayer el estado de la investigación y los problemas que plantea en el olivar y en otros leñosos la bacteria de la Xylella Fastidiosa, que se ha convertido «en la gran amenaza» para el olivar. Aunque aún no ha llegado a la Península Ibérica (sí se ha detectado en las Islas Baleares), en la comunidad científica no se duda de que terminará por entrar si no se adoptan medidas estrictas de control. El viceconsejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, Ricardo Domínguez García-Baquero, aseguró ayer que esta amenaza «no entiende de fronteras», de ahí que las medidas preventivas y una vigilancia precoz sean fundamentales para evitar que se produzca su entrada y focalizar el problema si, finalmente, entra la bacteria. Domínguez indicó que el pasado año se analizaron 1.845 muestras y todas fueron negativas. El representante de la Junta pidió la colaboración al sector para que si existe la más mínima duda sobre su presencia se ponga en conocimiento.

Por su parte, Blanca Landa, investigadora del CSIC y una de las científicas más importantes en el conocimiento de esta bacteria, precisó que Córdoba, junto a Jaén y el oeste andaluz, se encuentra entre las zonas más vulnerables. «No hay cura y los ataques son severos», manifestó la investigadora, que pidió el máximo control. Landa descartó que la aparición de la bacteria en las Islas Baleares proceda del foco de Italia y recordó que también afecta a otros cultivos como el almendro, la vid o el cerezo. Al ser muy difícil su control y tratarse de una bacteria que se mueve y posee una amplia gama de huéspedes que se transmite por vectores, dijo que hay que atacarla en la fuente de inóculo para excluirla y erradicarla. En este sentido, el secretario provincial de UPA, Miguel Cobos, aseguró que hay una preocupación importante: «Los agricultores están muy sensibilizados porque es una enfermedad peligrosa y no tenemos solución. Algún día llegará a Andalucía y cuanta más información e investigación exista será mejor», dijo. Por su parte, Luis Rallo, catedrático emérito de la UCO, estima que la Xylella fastidiosa «es un riesgo potencial que puede ser grave». Rallo relaciona el problema de esta bacteria con lo que está sucediendo con la verticilosis, que se encuentra muy extendida. «Son dos enfermedades devastadoras y hay que trabajar en la búsqueda de nuevas variedades que presenten resistencia», dijo.