Se llama Rohiav, tiene 14 años y nació en Alepo, en el seno de una familia kurda, pero desde hace varios meses vive en Córdoba en condición de refugiada, junto a sus padres y sus hermanos. Viéndole la sonrisa que a menudo se dibuja en su cara, nadie podría imaginar el calvario por el que han tenido que pasar desde que salieron de Siria y llegaron a España tras meses en campos de refugiados turcos. «Se ha integrado muy bien desde que llegó al centro, es una niña alegre y risueña», explica Francisco Jesús Roldán, secretario del IES Rafael de la Hoz, un instituto de solo 200 alumnos acostumbrado a acoger a alumnos de otras nacionalidades y hacerlos sentir como en casa. «Rohiav está en 3º de Secundaria, pero en este momento estamos centrados en que aprenda español». Ella tuvo la oportunidad de ofrecer su mensaje de paz en el acto celebrado en su instituto con motivo del Día Escolar de la No Violencia, donde cantó una canción tradicional kurda sobre dos hermanos sirios que habla del sentimiento de pérdida de la familia y de la necesidad de vivir en paz. «Ha sido emocionante», aseguró otra niña. No fue la única en cantar a la paz. Los alumnos de 2º de la ESO adaptaron una canción de Niña Pastori, Amor de San Juan y la cantaron en presencia de la delegada de Educación, Esther Ruiz, que no dudó en sumarse a los chavales.

El de ayer fue también un día de reivindicación en el que CSIF hizo público un manifiesto donde reclamaron medidas para evitar el repunte de acoso escolar centradas en concienciar a toda la comunidad escolar y desarrollar herramientas que prevengan situaciones de conflicto y les den solución si tienen lugar, tipificando las conductas de violencia de baja intensidad que empañan el clima normal en las aulas. El comunicado concluye con una frase de Eleanor Roosevelt: «No basta con hablar de paz. Uno debe creen en ella y trabajar para conseguirla».