Los alumnos de la Escuela de Hostelería de Córdoba han vivido con tensión la sucesión de informaciones acerca del futuro del centro. El Ayuntamiento se ha apresurado a garantizar su continuidad, si bien, en sentido estricto, la vinculación municipal con esta escuela, ampliamente reconocida a nivel formativo, terminó en 2014. El resto de partidos también han reclamado una solución para que no se pierda este proyecto.

La situación actual es un auténtico embrollo. Lo que está claro es que el convenio entre el Ayuntamiento y la Fundación Escuela de Hostelería, por el que se ceden las instalaciones del Imdeec (donde se desarrollan los cursos), está caducado desde marzo del 2016 y que la fundación, o al menos Hostecor, quiere poner punto y final a la relación que hasta ahora ha mantenido con Bodegas Campos, la empresa que ha gestionado los cursos desde el inicio. Precisamente, la famosa empresa de restauración ha reivindicado la vigencia del convenio con la fundación, que, según ellos, tendría validez hasta marzo de este año. En cualquier caso, el casero de las cocinas, el Ayuntamiento, considera que esta sociedad estaría ocupando el Imdeec de forma irregular al no estar vigente el convenio con la Fundación (su inquilina oficial), situación esta que les comunican por escrito a finales del pasado noviembre.

La Escuela de Hostelería de Córdoba nació en 2004, de la mano de un Ayuntamiento capitaneado por Rosa Aguilar, que crea una fundación junto a Hostecor, CCOO y UGT. Bodegas Campos es la empresa que gestiona desde entonces los cursos de formación. Desde primera hora, la actividad del centro se desarrolla en las instalaciones del Imdeec, algo que persiste incluso cuando el Consistorio decide salirse del patronato. Eso ocurrió en 2014, cuando estaba el PP en el gobierno municipal; haciendo uso de su mayoría absoluta e impelido por la ley de reforma de la administración local, acuerda salir de la fundación, en la que representaba el 51%. En aquel momento no pudo disolverse, quizá la decisión más lógica, por tener la entidad un reintegro pendiente de dos cursos. Precisamente esa cuestión, que actualmente está en el contencioso-administrativo (se les reclama unos 120.000 euros), sigue siendo un lastre para la fundación a día de hoy, ya que no podría recibir ayudas públicas hasta no resolverse esta cuestión.

Sería significativo destacar que desde hace tres años, cuando la Junta de Andalucía prácticamente suspendió las ayudas a la formación, es la empresa de Bodegas Campos la que garantiza la continuidad de la escuela al empezar a ofertar cursos privados. El que actualmente se imparte sobre operaciones básicas de cocina ha costado a cada alumno una media de 1.800 euros.

En este tiempo, «la desnaturalización» de la fundación y la escuela, creadas para dar formación pública a desempleados cordobeses, es evidente, como reconoce Manuel Sánchez, representante de UGT. Este sindicato y CCOO están a la espera de ver cuál es la propuesta del Ayuntamiento para retomar el proyecto de la Escuela de Hostelería. También han criticado la forma «atropellada» de resolver el convenio de cesión a Bodegas Campos.

El conflicto

El problema con la escuela surge cuando cambia la directiva de Hostecor a finales de octubre de 2015 y los nuevos representantes de la hostelería y la restauración empiezan a estudiar la relación con Bodegas Campos. El punto de inflexión para este colectivo ha sido que esta empresa, a la que han solicitado oficialmente toda la documentación y que cese cualquier actividad en nombre de la fundación, solicitara una ayuda a la Junta por valor de 606.975 euros en su nombre. Bodegas Campos, por su parte, defiende que esto ha sido la práctica habitual de todos estos años y que, de hecho, están certificados para hacerlo. Finalmente, la Junta retiró esa ayuda que había concedido provisionalmente a Bodegas Campos «por no estar vigente el convenio con el Ayuntamiento» y no poder acreditar la empresa dónde impartiría esos cursos.

El Ayuntamiento tiene ahora por delante la tarea de redactar un nuevo convenio de cesión de las instalaciones del Imdeec, que se crearon ex profeso para formar a desempleados en hostelería y restauración. La alcaldesa, Isabel Ambrosio, expresó su deseo de que el centro siga siendo «una referencia en materia de formación».