Los inspectores de Hacienda citados como peritos en el juicio al empresario y exconcejal de UCOR Rafael Gómez y sus cuatro hijos por fraude fiscal han señalado hoy al primero por un reparto “encubierto” de dividendos. Según han expuesto, entre los años 2003 al 2006, se hicieron “importantes retiradas” de dinero en efectivo y a final del ejercicio se saldaban “disfrazándolas” con operaciones de venta al mismo grupo.

El fiscal sostiene en su acusación que Gómez y sus hijos retiraron en efectivo de diversas cuentas bancarias unos 60 millones de euros, “habitualmente en billetes de 500 euros”, para “consumo”, según sus manifestaciones. La consecuencia, sin embargo, era un “empobrecimiento financiero” del grupo de empresas, sostiene el ministerio público.

Los inspectores de Hacienda han resaltado que esta era una “política constante” y que la forma de saldar esas deudas era “vendiendo activos a las sociedades”. Los peritos propuestos por las acusaciones han mantenido que “lo que podía haber detrás era un reparto de dividendos encubierto”.

Tras la celebración hoy de la sexta sesión del juicio, mañana será el turno de los informes y conclusiones finales. Después de que el fiscal retirase el lunes la acusación por un delito, Rafael Gómez se enfrenta a penas que suman 40 años de prisión por diez delitos contra la Hacienda Pública. Sus cuatro hijos, a 19 años y tres meses por otros siete. El fiscal cifra el fraude en casi 53 millones de euros.