S egún la wikipedia, soberanía alimentaria es «la facultad de cada pueblo para definir sus propias políticas agrarias y alimentarias de acuerdo a objetivos de desarrollo sostenible y seguridad alimentaria». Sobre este término profundizaron ayer un nutrido grupo de colectivos cordobeses en unas jornadas impulsadas por la Delegación de Medio Ambiente del Ayuntamiento para aplicar el Pacto de Milán en la ciudad. Dicho pacto, suscrito en noviembre por Córdoba y 115 ciudades europeas más, comprende 37 acciones para «lograr un sistema alimentario sostenible en la ciudad» a partir de la aplicación de varios bloques, que incluyen medidas tan ambiciosas como promover diestas sostenibles y nutrición en las ciudades firmantes del acuerdo, asegurar la equidad social y económica o promover la producción alimentaria, entre otros.
La alcaldesa, Isabel Ambrosio, defendió en la inauguración de las jornadas la implicación de los municipios en debates globales, que pasan por «garantizar alimentación a toda la población y que esa alimentación sea sostenible», puntualizó.
En este planteamiento, la alcaldesa defiende la necesidad de que estos grandes temas se aborden desde la óptica municipalista, con la apuesta, por ejemplo, de «los huertos ecológico, por incorporar menús en los ciclos de los más pequeños, en Educación Infantil, con alimentos más sanos, por evitar el desperdicio de comida y por que los circuitos de comercialización apuesten por alimentos más ecológicos», entre otras medidas.
La concejala de Medio Ambiente, Amparo Pernichi, por su parte, explicó que con las jornadas de ayer «marcamos qué se está haciendo» y avanzó que en febrero se celebrarán otras jornadas «para trabajar en la hoja de ruta», además de elaborar un diagnóstico que diga qué debe hacerse en Córdoba durante los próximos tres años.
El concejal de Ganemos Rafael Blázquez recordó ayer que su grupo municipal apostó por que se incluyera en los presupuestos municipales una partida para la aplicación del Paco de Milán que, a su juicio, busca «cambiar el sistema agroalimentario» de Córdoba a partir de «un nuevo modelo de ciudad más sana».
