JUICIO POR LA MUERTE DE UN HOMBRE EN EL 2005
El jurado culpa al prófugo del crimen del Zoco como coautor del asesinato
La declaración del primer condenado, pruebas de ADN y testimonios de los expertos fueron claves. El veredicto, unánime en todas las cuestiones, ve probados los hechos imputados más graves

El jurado culpa al prófugo del crimen del Zoco como coautor del asesinato
El segundo de los acusados por el llamado crimen del Zoco, en el que un hombre de 78 años fue encontrado muerto, maniatado y amordazado en su casa del barrio de Poniente hace 11 años, fue ayer considerado culpable por el jurado popular de los delitos de asesinato (homicidio con el agravante de alevosía) y robo con violencia.
El jurado consideró probados los hechos incriminatorios más importantes dentro de las 25 preguntas, objeto del veredicto, formuladas por el juez, salvo en cuatro cuestiones relativamente secundarias. En todos los casos, los nueve componentes se pronunciaron de forma unánime.
En las cuestiones claves que tenía que resolver el jurado, pesaron especialmente los informes de los especialistas (como los rastros de ADN encontrados en las uñas de la víctima y en objetos de la vivienda o el propio informe forense), el rastreo del móvil, los testimonios recogidos y los aportados por agentes de la Policía y el testimonio del coautor de los delitos, que fue capturado, juzgado y condenado en el 2006 y por el cual cumple condena actualmente.
TESTIMONIO RELEVANTE / Precisamente, ha sido el testimonio de este primer condenado por el asesinato una de las piezas claves del proceso. Curiosamente, durante su juicio en el 2006 no apuntó a un coautor del crimen, y fue después, ya en la cárcel, cuando confesó estas circunstancias a unos agentes de policía que seguían investigando el caso porque las pruebas apuntaban claramente a un segundo implicado.
Fue esa confesión la que llevó a dictar una orden internacional de busca y captura contra el supuesto segundo coautor, compatriota rumano del primero, que tardaría en dar sus frutos aunque al final se materializó en Alemania, en Múnich, en agosto del 2015, con la detención del sospechoso por parte de la policía germana.
En el juicio, los agentes a los que este primer condenado les confesó nuevos detalles del crimen y la participación del segundo coautor prestaron testimonio y dieron cuenta de cómo el relato coincidía con los informes, pruebas y testimonios recogidos que apuntaban a un segundo participante en el homicidio.
PRUEBAS / Particularmente, los peritos policiales pudieron recoger en su día restos biológicos encontrados en el lugar del crimen que tras esta década de búsqueda del sospechoso han resultado coincidentes con el ahora juzgado. Entre ellos, ADN en la ropa de la víctima, en muestras de sangre y en uñas del cadáver.
Los dos implicados en el crimen, tras cometer aquel delito en diciembre del 2005, huyeron, siendo uno capturado en Barcelona (el que fue juzgado y condenado en el 2006) y el segundo, sobre el que se dictó ayer el veredicto de culpabilidad del jurado, siguió un itinerario similar, aunque logró llegar a Alemania y consiguió eludir a la justicia durante una década en Múnich. De hecho, los registros de llamadas de los móviles y la ubicación de los implicados en sus huidas, determinadas por los teléfonos, también fueron determinantes en el juicio celebrado esta semana por la Sección Tercera de la Audiencia Provincial.
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