TERCERA SESIÓN DEL JUICIO

La Policía encontró ADN del acusado en la víctima del crimen del Zoco

Los forenses creen que intervinieron dos personas en la agresión mortal

La Policía encontró ADN del acusado en la víctima del crimen del Zoco

La Policía encontró ADN del acusado en la víctima del crimen del Zoco

Rafael de la Haba

Rafael de la Haba

Dos peritos de la Policía Nacional declararon ayer, en el segundo juicio que se sigue por el crimen del Zoco, que hallaron restos biológicos con el perfil genético del acusado en muestras extraídas de uñas y de ropa de la víctima, así como de unas colillas que había en su domicilio, donde el fallecido, de 78 años, fue hallado maniatado y amordazado.

Según explicaron, en un primer estudio de ADN realizado al poco de ocurrir los hechos, en diciembre del 2005, hallaron tres perfiles genéticos en las muestras obtenidas en el lugar del crimen. Dos de ellos pertenecían a la víctima y al joven que fue detenido y condenado por estos hechos en el 2006, pero un tercero quedó «anónimo» porque no tenían con qué cotejarlo. Sin embargo, cuando tras diez años prófugo fue arrestado el acusado que ahora se sienta en el banquillo, sí pudieron establecer que ese tercer perfil correspondía al nuevo procesado. Los restos biológicos del acusado los hallaron en unas colillas de cigarrillos, en ropa de la víctima y en dos uñas del cadáver. Además, en otra prenda y en una colilla se hallaron los perfiles tanto del ya condenado como del ahora acusado, y en una zapatilla, los de ambos y el fallecido.

En la tercera sesión del juicio también declararon los médicos forenses, quienes sostuvieron que la víctima falleció «por una estrangulación manual», que no tuvo «posibilidad ninguna de defensa» y que es «mucho más probable» que en el crimen participaran dos personas. Según plantearon, el hombre, que tenía un golpe en la cabeza, recibiría en primer lugar un botellazo, basándose también en los cristales que se hallaron en el suelo. Después, sin que hubiera perdido el conocimiento, y dado que no presentaba lesiones de defensa, la hipótesis es que habría sido sometido a «una gran intimidación» más propia de la participación de dos personas, que lo maniataron y amordazaron «fuertemente» para «finalmente producirse la estrangulación». El forense que participó en el levantamiento del cadáver añadió que estaba «totalmente inmovilizado», atado de pies y manos «de forma contundente», y con un calcetín en la boca.

El acusado mantuvo el lunes ante el jurado popular que no participó en el crimen, que apenas conocía a su compatriota rumano ya condenado -a pesar de que este lo delató una vez sentenciado- y justificó que si había restos biológicos en el lugar de los hechos y en la víctima sería porque estuvo en su casa aquella tarde cambiándose de ropa y la víctima le hizo un masaje en los pies. Los forenses dijeron ayer que es «muy poco probable» que quedarán restos biológicos en las uñas del fallecido por un masaje, salvo que «fuera muy pasional o sádico». El fiscal pide para el acusado 20 años y seis meses de prisión por asesinato y robo.

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